Falsos mitos sobre la alimentación infantil (I Parte)
Hay tantos, tantos mitos en torno a la alimentación infantil que tendríamos que estar horas hablando de ellos desterrando la mayoría. Lo cierto es que crecemos oyendo unas cosas de nuestras madres o abuelas, nuestras amistades nos cuentan otras y finalmente el pediatra nos dice todo lo contrario… eso si no tenemos en cuenta que también depende del profesional para que sus criterios en cuanto a alimentación infantil difieran completamente.
En todo este mar de información, alguna errónea, otra con cierta base, las madres nos perdemos y ya no sabemos qué pensar…
¿Queréis conocer algunos de los falsos mitos que circulan sobre la alimentación infantil? Estad atentos y tomad nota para desterrarlos definitivamente…
Algunos mitos sobre la alimentación infantil
- “La leche, nunca debe tomarse con fruta”. Esto, como tantos otros mitos, no está justificado científicamente pero hay quien piensa que mezclar estos alimentos puede caudas problemas gastrointestinales, cosa totalmente incierta, porque entre otros productos que ingieren los niños están los batidos de leche con frutas como el plátano, las fresas o los melocotones.
- “Los alimentos integrales son mejores”. A pesar de que sí poseen muchos nutrientes, estos productos no deben darse a los niños en sustitución de los mismos productos “no integrales” porque su gran cantidad de fibra puede ocasionarles molestias intestinales. Solo deben sustituirse si el pediatra lo recomienda porque el niño no sea tan pequeño y sufra estreñimiento.
- “No tomar pan, que engorda”. El pan contiene hidratos de carbono que dan energía y no engorda tanto. No se debe abusar pero desde que el niño cumple un año puede tomar entre una y dos rebanadas de pan blanco al día pues potencia el sabor de los alimentos a los que acompaña, por lo que se aconseja a los niños inapetentes. A los tres, cuatro y cinco años puede tomar un bocadillo diario de 10 centímetros.
- “El biberón no se puede calentar en el microondas”. Si bien es más beneficioso calentarlo por otros medios, no hay problema en utilizar en microondas para calentar la leche del bebé siempre que se tomen unas precauciones: que el plástico del biberón sea apto para el microondas, si no, calentar la leche en un vaso y luego echarla en él; no hay que calentar en exceso la leche o el agua porque aunque el recipiente esté templado, el contenido puede estar mucho más caliente y quemar al bebé. Para evitar todo esto, lo mejor es agitar bien la leche caliente y echar unas gotas sobre la muñeca para comprobar su temperatura.
- “Si hace calor, dale bebidas frías”. Ni los niños ni los adultos debemos tomar bebidas frías si tenemos mucho calor pues podrían ocasionarnos espasmos estomacales. Lo mejor es aligerarnos de ropa, ponernos a la sombra y tomar pequeñas cantidades de agua fresca pero no fría.
Como ya os hemos dicho, este tema da para hablar largo y tendido, por lo que os seguiremos informando de más mitos a los que no deberíais prestar atención…