Frutas y verduras, amigos insustituibles también en el cole
Las frutas y verduras son los alimentos que deberíamos comer con más frecuencia, pero… ¿realmente es así? Seguro que habéis escuchado que hay que comer 5 raciones de fruta y verdura al día; ¿sabéis por qué? El consumo de vegetales reduce el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares entre otras patologías, y sobre todo ayuda a combatir un problema cada vez mayor en nuestros días: el sobrepeso y la obesidad infantil.
Por eso es necesario incorporar de manera natural la fruta y la verdura en nuestra dieta familiar, para generar hábitos saludables que nuestros hijos conservarán para toda la vida pero… ¿cómo hacerlo? Vamos a verlo juntos
Fruta y verdura, cuáles son sus beneficios
En los últimos años se está notando una fuerte tendencia a la disminución del consumo de frutas y verduras, sobre todo entre los niños, donde los niveles son más bajos de lo recomendable. Diferentes estudios han demostrado que el bajo consumo de fruta y verdura se asocia a una mayor ingesta de cereales refinados, carnes y derivados así como de productos elaborados con alto contenido en sodio, grasa y azúcares añadidos. Y este es el motivo principal del aumento del sobrepeso y la obesidad infantil, junto a un estilo de vida sedentario.
Las frutas y verduras son fuentes indispensables de vitaminas y minerales necesarias para nuestro organismo. Contienen además mucha fibra, que contribuye a regular el tránsito intestinal y a mantener bajo control los niveles de colesterol.
5 raciones por día
Tal vez os estéis preguntando qué cantidad de fruta o verdura se considera como una ración. La respuesta es aproximadamente entre 140-150g en crudo y limpio. Para que os hagáis una idea esto equivale a un plato pequeño de hortalizas cocidas, o a un plato grande de ensalada. En cuanto a las frutas, una ración es igual a una pieza mediana o una rodaja mediana de melón o sandía.
¿Cómo podemos introducir estas raciones en la dieta de los niños?
Las verduras deben estar presentes en la comida y la cena, ya sea como acompañamiento o como plato principal; la fruta, como postre después de comer y/o cenar, y también en el desayuno y/o merienda. Tened en cuenta que podemos consumirla también en forma de zumo natural.
Como decíamos es fundamental la educación, es decir incluir frutas y verduras variadas desde el inicio de la alimentación complementaria, para que para los peques sea natural su consumo. De hecho la Unión Europea financia desde hace años la distribución de frutas, hortalizas y leche en centros escolares, para promover el consumo entre los niños y contribuir a la promoción de hábitos saludables, la disminución de la obesidad y enfermedades asociadas.