Seguro que te has encontrado en casa con una de esas bolsas de ensalada con rúcula y canónigos, y te has preguntado cómo preparar una ensalada de esas que todo el mundo aplaude. Estos dos brotes suelen ir juntos ya que los canónigos son suaves, con un sabor tirando a dulce, mientras que la rúcula aporta un toque más picante y amargo. Juntas, equilibran muy bien cualquier ensalada sin resultar monótonas.
Eso sí, te recomiendo utilizar pronto la bolsa para hacer la ensalada, porque los canónigos, al contrario que la rúcula que aguanta más, se estropea pronto.
Esta ensalada de canónigos y rúcula tiene todo lo que se le puede pedir a un plato: proteína, grasas saludables, color, sabor y cero complicaciones. Al incorporar aguacates y langostinos se convierte en un plato completo y lleno de nutrientes.
Además, es de esas recetas que aceptan variaciones según lo que tengas en la nevera, así que no hace falta seguirla al pie de la letra. Te cuento cómo la hacemos nosotros y después te doy algunas ideas para adaptarla.
Receta de ensalada de canónigos y rúcula con langostinos
Ingredientes
- 1 puñado de rúcula
- 1 puñado de canónigos
- 8–10 langostinos cocidos
- 1 aguacate maduro
- 6–8 tomates cherry
- ¼ cebolla morada
- 1 cucharadita de semillas de sésamo
- 2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
- Zumo de limón o vinagre suave (opcional)
- Sal al gusto
Cómo hacer ensalada de canónigos y rúcula con langostinos y aguacate
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- Si los langostinos no están cocidos, los hervimos un par de minutos y los pelamos.
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- Lavamos bien la rúcula, los canónigos y los tomates cherry.
- Cortamos los tomates por la mitad.
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- Cortamos la cebolla en juliana fina y reservamos.
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- Pelamos el aguacate y lo cortamos en láminas finas o en dados, según prefieras.
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- En un bol grande mezclamos la rúcula y los canónigos, añadimos el aguacate, los tomates, la cebolla y los langostinos.
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- Aliñamos con el aceite, sal al gusto y, si queremos, un poco de zumo de limón o vinagre suave
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- Terminamos con unas semillas de sésamo por encima y servimos al momento.
Consejos para que quede perfecta
Aunque es una receta fácil, hay algunos detalles que pueden marcar la diferencia. Aquí van unos trucos que a nosotros nos funcionan:
1. El aguacate, siempre al final.
Córtalo justo antes de servir para que no se oxide y mantenga su textura cremosa. Si no vas a servir la ensalada enseguida, puedes dejarlo con el hueso y un chorrito de limón.
2. Usa langostinos de calidad.
No hace falta que sean frescos del mercado, pero si puedes evitar los precocidos de bolsa, mucho mejor. Los que vienen crudos congelados quedan más sabrosos al cocerlos tú misma en casa.
3. El aliño puede variar.
Puedes añadirle una cucharadita de mostaza suave, un poco de miel, o incluso un toque de salsa de soja si quieres un giro más asiático.
4. Si quieres más proteína, añade huevo duro.
Funciona genial con medio huevo cocido por persona, o incluso con unas tiras de pechuga de pollo si no tienes langostinos.
Esta ensalada de canónigos y rúcula con langostinos y aguacate es de esas recetas que preparas una vez y repites más a menudo de lo que creías. A partir de ahora cuando veas una bolsa de ensalada de canónigos y rúcula no dudes y prepara una ensalada como ésta.
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