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El mango para bebés a partir de 6 meses se puede ofrecer tanto en papilla de mango, como en trozos si seguimos el método BLW. Es una fruta dulce, fácil de digerir y con una textura que se adapta bien a lo que necesita un bebé que está empezando a comer.
Si es la primera vez que te planteas darle mango, seguro que te surgen dudas: cómo prepararlo, en qué formato es mejor según su edad, qué tipo de mango elegir o si hay que tener alguna precaución.
En este artículo te explicamos todo de forma clara, diferenciando las dos formas más habituales de ofrecerlo: en papilla con cuchara o en tiras para que lo coja con las manos. Tú eliges el método, nosotros te damos los trucos.
¿Cuándo puede un bebé comer mango?
El mango se puede ofrecer a partir de los 6 meses, que es cuando normalmente se inicia la alimentación complementaria. Eso sí, conviene seguir siempre las pautas que recomiende el pediatra, sobre todo si hay antecedentes de alergias o problemas digestivos.
Al tratarse de una fruta sin riesgo de atragantamiento si se ofrece triturada y bien madura, es apta desde el inicio. En formato papilla o potito, es ideal tanto para bebés que siguen un enfoque tradicional con cuchara, como para los que comienzan con el BLW (baby-led weaning) si se ofrece en tiras grandes y blanditas.
Mango en BLW (baby-led weaning)
Si prefieres que el bebé empiece comiendo por sí solo desde el principio, el mango también es una buena opción. Su textura es blandita si está maduro, y si lo cortamos bien, se puede manejar con facilidad.
Cómo prepararlo:
- Pela el mango y córtalo en tiras gruesas, del tamaño aproximado de un dedo adulto.
- Otra opción muy práctica es ofrecer el hueso limpio pero con algo de pulpa, para que lo chupe y muerda mientras lo sostiene (muy útil para el dolor de encías).
Consejos:
- Cuanto más maduro esté, más fácil será de agarrar. Si está demasiado blando y resbala mucho, puedes rebozar ligeramente la tira con coco rallado o copos de avena finos para mejorar el agarre.
- Siempre debe comer sentado, bajo supervisión y sin distracciones.
- No lo ofrezcas con piel, ya que puede provocar irritación en contacto con la boca.
En BLW, el mango se convierte en una fruta comodín para el desayuno, como postre o incluso como parte de un plato salado, por ejemplo combinado con arroz o aguacate
Preguntas frecuentes sobre el mango para bebés
¿Qué tipo de mango es mejor para bebés?
Las mejores variedades son las que tienen poca fibra y una textura más cremosa, como el mango ataulfo o el mango Kent (que es el que habitualmente se consume en España). Si está bien maduro, cualquiera sirve, pero evita los que estén muy duros o fibrosos. Busca mangos que cedan un poco al presionar con el dedo, con un olor dulce en la base y sin manchas negras profundas.
¿Hay que cocer el mango antes de darlo al bebé?
No, si está bien maduro no hace falta cocerlo. Se puede dar directamente triturado o en trozos, según el método que uses.
¿Se puede congelar la papilla de mango?
Sí, sin problema. Lo ideal es congelarla en porciones pequeñas (como en cubiteras) y sacarla unas horas antes para que se descongele a temperatura ambiente o en la nevera.
¿Con qué otras frutas se puede combinar la papilla de mango?
Queda genial con plátano, manzana cocida, pera o incluso aguacate. También puedes mezclarlo con yogur natural (a partir de los 9-10 meses si ya lo tolera bien).
¿El mango puede provocar alergias?
En general, el mango no se considera un alimento altamente alergénico, pero puede causar reacciones cutáneas leves en contacto con la piel (como pasa con el kiwi o el melocotón). Por eso, las primeras veces que lo ofrezcamos, es mejor darlo en casa y observar.
También hay que tener cuidado si la piel del mango entra en contacto con la boca del bebé, ya que contiene urushiol, un compuesto también presente en la hiedra venenosa (aunque en muy pequeña cantidad).
¿Cuánto mango puede tomar un bebé?
Depende de su apetito, pero como orientación general:
– Entre 6 y 8 meses: 2-4 cucharadas por toma, mezclado o solo.
– Entre 9 y 12 meses: ya pueden tomar media pieza de mango al día.
– A partir del año: una ración normal como parte de su fruta diaria.
No hay que forzar nunca. Si hoy no le apetece, lo volvemos a ofrecer otro día. Los bebés exploran con el tiempo.
Beneficios del mango para bebés
No hace falta que lo vendamos como una fruta “mágica”, pero es cierto que el mango tiene propiedades bastante interesantes en esta etapa:
- Fuente de vitamina A: importante para la visión, el desarrollo celular y el sistema inmunitario.
- Rico en vitamina C: ayuda a absorber el hierro y fortalece las defensas.
- Buena cantidad de fibra: mejora el tránsito intestinal y previene el estreñimiento.
- Aporte de agua natural: ayuda a mantenerlos hidratados, algo útil en verano o cuando están malitos.
Además, su sabor dulce suele gustar mucho, lo que lo convierte en una buena opción para introducir nuevas frutas junto con otras más ácidas o neutras (como plátano, pera o manzana)
Consejos para ofrecer mango a bebés
Antes de terminar, te dejo algunos consejos útiles:
- Congela en porciones pequeñas: es muy práctico para días con prisas.
- Evita mangos duros o poco maduros: pueden causar molestias digestivas.
- No endulces: el mango es naturalmente dulce, no necesita azúcar ni miel (la miel está prohibida antes del año).
- Lávalo bien antes de pelar: para evitar que la piel contamine la pulpa.
- En BLW, ofrece tiras gorditas: de unos 5-6 cm, fáciles de agarrar con las manos, y recuerda que puedes rebozar ligeramente la tira con coco rallado o copos de avena finos para mejorar el agarre.
