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La piña a la plancha es una de esas recetas que no parecen gran cosa hasta que la pruebas. La primera vez que la hice fue casi por curiosidad, aprovechando que nos había sobrado media piña madura. Desde entonces, la preparo mucho más a menudo, sobre todo en verano, cuando preparo la piña a la brasa, porque da un giro total al sabor de la fruta: se vuelve más intensa, con un punto caramelizado y un aroma que se nota nada más ponerla en el fuego.
A mí me gusta servirla tanto como guarnición —queda genial con carnes a la parrilla, sobre todo cerdo o pollo— como en versión dulce, acompañada de un poco de yogur, helado o miel. Y lo mejor es que no tiene complicación ninguna: cortas, calientas y listo. Ya sea en una sartén o directamente en la barbacoa, el resultado siempre sorprende.
Receta de piña a la plancha o a la brasa
Ingredientes
- 1 piña natural madura
- 1 cucharadita de aceite de oliva virgen extra (opcional para engrasar)
- Para versión salada: sal en escamas, pimienta o chile en polvo
- Para versión dulce: un poco de azúcar moreno, miel, canela o ralladura de lima
Opcional (según el uso):
Cómo hacer piña a la plancha
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Pelamos la piña y la cortamos en rodajas de 1 a 1,5 cm de grosor. Retiramos el corazón si es muy duro.
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Calentamos una sartén tipo grill o una plancha a fuego medio-alto. Si queremos, engrasamos ligeramente la superficie con unas gotas de aceite.
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Colocamos las rodajas de piña y cocinamos durante unos 2-3 minutos por cada lado, hasta que se marquen y empiecen a caramelizarse.
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Al sacarlas, podemos espolvorear un poco de sal, pimienta, canela o miel, según queramos un toque salado o dulce.
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Cómo hacer piña a la brasa (barbacoa)
- Preparamos la barbacoa con las brasas bien formadas pero sin llama.
- Cortamos la piña en rodajas o en cuartos longitudinales, según el efecto que queramos.
- Colocamos directamente sobre la parrilla y asamos unos 2-4 minutos por cada lado, hasta que empiece a dorarse y coja un ligero toque ahumado.
- Al retirarla, podemos aliñarla igual que en la versión a la plancha
Cómo acompañar la piña a la plancha o a la brasa
Si la vas a servir como postre, a mí me encanta combinar la piña caliente con una bola de helado de vainilla. El contraste entre lo frío y lo templado funciona genial, y si le añades un poco de canela o ralladura de lima, queda todavía mejor. También puedes usar helado de coco o de yogur si quieres algo más fresco, y terminar con unas hojas de menta para darle un toque más vistoso.
En versión salada, la piña a la brasa va perfecta con pollo a la parrilla. El dulzor de la fruta equilibra muy bien el sabor más intenso del pollo, sobre todo si está hecho con un adobo especiado o con salsa barbacoa. Puedes servirla entera al lado o cortada en dados dentro de una ensalada templada. Le da un punto diferente sin complicarte nada.
