Las recetas con huevos de codorniz suelen despertar curiosidad porque no son algo que usemos todos los días. Muchas veces los compras para una ocasión especial, o te los regalan, o los ves en la tienda y piensas: “Bueno, ¿y ahora qué hago con esto tan pequeñito?” A mí me pasó la primera vez: los tenía delante y no tenía ni idea de por dónde empezar. Luego descubrí que en realidad se cocinan muy rápido y dan bastante juego, además de sus propiedades, que no son pocas.
Los huevos de codorniz, aunque pequeños, aportan más nutrientes de lo que parece: tienen algo más de proteína que los de gallina, ofrecen vitamina B12, vitamina A y minerales como hierro, fósforo y selenio, y su sabor es un poco más intenso, por lo que cunden más de lo esperado.
Y claro, cuando buscas ideas para aprovecharlos, descubres que hay todo un mundo: desde canapés fáciles hasta brochetas, encurtidos caseros, champiñones rellenos o incluso recetas un poco más creativas que sorprenden un montón. Así que, si ahora mismo tienes una cajita de huevos de codorniz en la encimera y no sabes por dónde empezar, aquí vas a encontrar varias recetas que te vienen de maravilla.
Cómo cocer y pelar huevos de codorniz

Cocer huevos de codorniz es muy sencillo, pero como son tan pequeños, conviene controlar bien los tiempos para que no se pasen. Suelo poner una cazuela con agua a calentar y, cuando empieza a hervir, bajo un poco el fuego y añado los huevos con cuidado. Con 3 o 4 minutos de cocción quedan perfectos: la clara firme y la yema hecha pero jugosa. Si los dejas más tiempo, se secan enseguida, así que mejor no despistarse.
Al pelarlos, la cosa puede ser un poco más entretenida porque la cáscara va muy pegada. Un truco que funciona bastante bien es pasarlos a un bol con agua muy fría nada más sacarlos del cazo; el cambio de temperatura ayuda a que se despeguen mejor. Luego los golpeas suavemente para quebrar la cáscara y la retiras con paciencia, empezando por la parte más ancha. Si alguno se resiste, mojar los dedos en el agua facilita muchísimo la tarea.
Cuando ya están cocidos, puedes guardarlos en la nevera dentro de un recipiente cerrado y te aguantan hasta 3 días sin problema. Así los tienes listos para usar en ensaladas, aperitivos o cualquier receta que te apetezca preparar.
Aperitivos con huevos de codorniz
Canapés con huevos de codorniz

Crujientes, coloridos y perfectos para cualquier picoteo, estos canapés se preparan en un momento y te garantizan el efecto “guau”.
Ingredientes: pan de centeno o pan negro en rebanadas finas; huevos de codorniz; eneldo fresco; aceite de oliva o un poco de mantequilla; sal; pimienta negra.
Corta el pan en círculos pequeños y dóralos en sartén con unas gotas de aceite 1–2 minutos por cada lado, hasta que queden crujientes. Rompe los huevos de codorniz con cuidado y cuájalos en la misma sartén a fuego medio 1–2 minutos, dejando la yema jugosa. Coloca un huevo sobre cada tostada, espolvorea con sal y pimienta, añade unas hojitas de eneldo y sirve al momento.
Huevos de codorniz encurtidos

Si te gusta picotear con algo distinto, estos huevos en conserva te van a encantar. El toque de la salsa de chile los diferencia de cualquier otro huevo en conserva que hayas probado.
Ingredientes: 12 huevos de codorniz; 150 ml de vinagre blanco; 150 ml de agua; 2 dientes de ajo; 2 guindillas secas; 2 cucharadas de perejil fresco picado; 2 cucharadas de salsa de chile dulce; 3 cucharadas de aceite de oliva; ½ cucharadita de sal.
Cuece los huevos de codorniz durante 4 minutos, pásalos por agua fría y pélalos con cuidado. Colócalos en un tarro de cristal limpio junto con los ajos laminados, las guindillas troceadas y el perejil. En un bol, mezcla el vinagre, el agua, la salsa de chile dulce, el aceite de oliva y la sal. Vierte la mezcla sobre los huevos hasta cubrirlos, cierra el tarro y deja reposar al menos 24 horas en la nevera antes de servir.
Brochetas de huevo y tomate cherry

Estas brochetas son una idea fresca y original para un aperitivo divertido, sobre todo si hay niños en casa. Llenan la mesa de color, se preparan en minutos y quedan tan bonitas que casi da pena comérselas.
Ingredientes: 12 huevos de codorniz; 12 tomates cherry; unas ramitas de eneldo o cebollino; 1 cucharadita de mayonesa; sal.
Cuece los huevos de codorniz durante 4 minutos, enfríalos y pélalos. Lava los tomates cherry y corta una fina lámina en la base para que se mantengan rectos. Ensarta en cada brocheta un huevo y un tomate alternados, decora los tomates con pequeños puntos de mayonesa para darles aspecto de setitas y añade una ramita de eneldo o cebollino. Espolvorea con una pizca de sal justo antes de servir.
Recetas con huevos de codorniz para cenar
Champiñones rellenos con huevos de codorniz

Una idea fácil para una cena sin complicaciones: unos champiñones al horno rellenos de verduras y coronados con un huevito de codorniz, tiernos por dentro y dorados por fuera.
Ingredientes: 8 champiñones grandes; 8 huevos de codorniz; ½ cebolla; ½ zanahoria; ¼ de pimiento rojo; 2 cucharadas de aceite de oliva; cebollino fresco; sal; pimienta.
Limpia los champiñones y retira los tallos. Pica la cebolla, la zanahoria y el pimiento, y saltéalos en una sartén con aceite de oliva durante 5 minutos hasta que estén tiernos. Rellena los champiñones con las verduras y hornéalos a 180 °C durante 10 minutos. Fríe los huevos de codorniz en una sartén con un poco de aceite 1 minuto, colócalos encima de cada champiñón y añade sal, pimienta y cebollino picado antes de servir.
Mini quichés de setas y huevo de codorniz

Cuando tengo invitados y quiero preparar algo que parezca más elaborado de lo que es, recurro a estas mini quichés. Son pequeñas, sabrosas y siempre desaparecen del plato antes de que pueda sentarme a la mesa.
Ingredientes: 1 lámina de masa quebrada; 6 huevos de codorniz; 100 g de champiñones; ½ cebolla; 50 ml de nata líquida; 30 g de queso rallado; 1 cucharada de aceite de oliva; perejil fresco; sal; pimienta.
Corta la masa quebrada en círculos y colócalos en moldes de magdalena. Pica la cebolla y los champiñones, saltéalos en una sartén con el aceite de oliva durante 5 minutos, y añade sal y pimienta. Mezcla la nata con el queso rallado y una cucharada de perejil picado, y reparte un poco de esta mezcla en cada tartaleta junto con las setas. Coloca un huevo de codorniz en el centro y hornea a 180 °C durante 12–15 minutos, hasta que la masa esté dorada y el relleno cuajado. Sirve templadas o a temperatura ambiente.
Ensaladas con huevos de codorniz
Las recetas con huevos de codorniz en ensalada tienen ese punto especial que hace que un plato sencillo se vea más completo. Al ser tan pequeños, quedan muy bien mezclados con pasta, hojas verdes o verduras crujientes, y aportan color sin robar protagonismo al resto de ingredientes. Además, como ya vimos, cuecen rápido y se integran de maravilla en recetas frías, que muchas veces es justo lo que apetece cuando no quieres encender nada en la cocina.
Ensalada verde con salmón y huevos de codorniz

Esta ensalada con salmón ahumado tiene ese equilibrio que a mí me encanta: algo fresco, algo salado y un toque crujiente. El salmón ahumado combina de maravilla con los huevos de codorniz, y la lechuga romana le da ese punto firme que sostiene bien todo el conjunto. Es una de esas recetas que montas en nada y parece mucho más trabajada de lo que realmente es.
Ingredientes: salmón ahumado; huevos de codorniz cocidos; lechuga romana; picatostes; mayonesa ligera o yogur natural; sal
Para prepararla, empieza cociendo los huevos de codorniz unos minutos, lo justo para que la yema quede hecha pero tierna. Déjalos enfriar y quítales la cáscara con cuidado. Mientras, lava la lechuga y córtala en trozos más o menos del tamaño de un bocado. Colócala en un plato amplio y reparte por encima el salmón en tiras, los huevos abiertos a la mitad y un puñadito de picatostes para darle textura.
El aliño se hace en un momento: mezcla un poco de mayonesa con unas gotas de agua o con yogur natural si prefieres algo más suave. Ajusta de sal y riega la ensalada justo antes de llevarla a la mesa para que se mantenga fresca y crujiente.
Ensalada de pepinos con huevos de codorniz

Hay ensaladas que se montan casi sin pensarlo y aun así quedan muy completas. Esta mezcla de pepino, manzana, aguacate, atún y huevos de codorniz es de esas combinaciones que funcionan a la primera: fresca, con contrastes y sin nada que resulte pesado. Es perfecta para un día en el que te apetece algo ligero pero con un poco de sustancia.
Ingredientes: 1 pepino grande; 1 manzana roja; 1 aguacate; 1 lata de atún en agua o aceite, escurrido; 4 huevos de codorniz cocidos; hojas de lechuga (opcional); jugo de 1/2 limón; 3 cucharadas de aceite de oliva virgen extra; sal y pimienta al gusto
Para prepararla, corta el pepino en rodajas finas y la manzana en láminas delgadas después de lavarlas bien. El aguacate puedes trocearlo en cubos más o menos regulares. Los huevos de codorniz, una vez cocidos y pelados, quedan muy bien abiertos por la mitad, aunque en rodajas también funcionan. Si te apetece añadir lechuga, ponla como base para que el resto de ingredientes queden más ordenados en el plato.
En cuanto al aderezo, basta con mezclar el jugo de limón, el aceite de oliva, la sal y la pimienta hasta que emulsione un poco. Vierte esa mezcla sobre la ensalada y remueve con suavidad para no romper el aguacate. Queda fresca, ligera y con un contraste de sabores muy agradable.
Huevos de codorniz rebozados
Los huevos de codorniz dan mucho juego cuando se trata de rebozados, porque su tamaño hace que cada bocado sea justo lo que apetece: pequeño, crujiente y muy sabroso. Hay dos versiones que funcionan especialmente bien. Por un lado están los clásicos huevos escoceses, más contundentes gracias a la carne que los envuelve. Y, en el otro extremo, una opción mucho más ligera y festiva: los Kwek Kwek, un rebozado típico de Filipinas con un color naranja muy llamativo. Son dos ideas distintas, pero ambas perfectas para animar un aperitivo o una comida informal.
Kwek Kwek

El Kwek Kwek es un aperitivo callejero muy típico en Filipinas y, cuando se hace con huevos de codorniz, queda especialmente vistoso. El rebozado tiene un color naranja intenso y una textura crujiente que contrasta muy bien con la suavidad del huevo. Es una receta divertida, diferente y perfecta para animar un picoteo.
Ingredientes: 12 huevos de codorniz cocidos; 4 cucharadas de harina de trigo; 3 cucharadas de harina de maíz; 120 ml de agua fría; 1/2 cucharadita de sal; una pizca de pimienta; 1–2 gotas de colorante alimentario naranja; aceite suficiente para freír
Para prepararlos, mezcla en un bol la harina de trigo con la harina de maíz, la sal y la pimienta. Añade el agua poco a poco hasta obtener una pasta espesa que se adhiera bien a los huevos. Incorpora el colorante para lograr ese tono naranja tan característico. Los huevos, ya cocidos y sin cáscara, se pasan primero por un poco de harina para que la superficie quede seca y el rebozado se agarre mejor. Después, sumérgelos en la mezcla hasta que queden completamente cubiertos.
Calienta aceite en una sartén pequeña o un cazo y fríe los huevos en tandas, girándolos para que se doren por todos los lados. Sácalos cuando estén crujientes y colócalos sobre papel absorbente para retirar el exceso de aceite. Se disfrutan especialmente recién fritos, acompañados de alguna salsa con un punto ácido o picante.
Las recetas con huevos de codorniz dan más juego del que parece, y al final te das cuenta de que con algo tan pequeño puedes montar aperitivos, ensaladas o cenas rápidas sin pensar demasiado. Son fáciles de manejar y, cuando les pillas el truco, empiezan a colarse en un montón de platos casi sin darte cuenta. Ojalá alguna de estas ideas te venga bien la próxima vez que tengas una cajita en casa y no sepas muy bien por dónde empezar.
Si buscas otras recetas con huevo, puedes darte una vuelta por nuestro recopilatorio de recetas fáciles con huevo, donde encontrarás desde clásicos como los huevos rotos, hasta ideas tan prácticas como los huevos rellenos o la tortilla jugosa de toda la vida, todas con ese punto casero que apetece cualquier día.








































