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Las recetas con granadas tienen ese toque de color y frescura que alegra cualquier plato, ¿verdad? Es una de esas frutas de otoño que cuando la ves en el mercado no puedes evitar cogerla, aunque luego te pases un rato pensando cómo usarla. Bueno, tranquila, que no eres la única. A mí me pasa cada año: las veo tan bonitas que acabo con tres o cuatro en la encimera y luego toca improvisar.
Lo bueno es que la granada combina genial tanto en platos salados como en dulces. Da un punto crujiente y un sabor entre dulce y ácido que queda de maravilla en ensaladas, carnes, e incluso en arroces. Además, es ligera, llena de antioxidantes y bastante más versátil de lo que solemos pensar.
Así que he preparado este recopilatorio con ideas de recetas con granada fáciles y otras un poco más originales, para que tengas opciones tanto si buscas algo rápido para la semana como si quieres quedar de diez cuando tienes invitados.
Cómo pelar una granada
Antes de ponernos a cocinar, hay algo que todos pensamos cuando vemos una granada: “madre mía, qué pereza pelarla”. Y no te culpo, porque esas semillas parecen tener vida propia cuando empiezan a saltar por toda la encimera. Pero tiene truco. Con un poco de maña y sabiendo cómo hacerlo, se puede pelar la granada en un momento sin poner la cocina perdida. Mira este artículo donde te lo hemos explicado paso a paso:
Recetas con granadas ligeras y fáciles
Si eres de los que prefieren comer ligero pero sin caer en lo aburrido, estas recetas con granadas te van a encantar. Son platos rápidos, con ingredientes sencillos y, sobre todo, con ese puntito fresco y crujiente que da la granada. Perfectos para una comida entre semana o para cuando quieres algo rico sin complicarte demasiado.
Tabulé de cuscús con granada
El tabbouleh o tabulé es ligero, refrescante y se prepara en un momento. A mí me gusta hacerlo con cuscús porque se hidrata rápido y queda perfecto para absorber todos los sabores. Y si le añades los granos de granada, ya tienes un plato lleno de color, ideal para acompañar cualquier comida o incluso como plato único.
Ingredientes para 2 personas: 100 g de cuscús; 1 tomate pequeño cortado en daditos; ¼ de cebolla morada picada muy fina; ½ pepino pequeño en daditos; un buen puñado de perejil fresco picado (unas 2 cucharadas); unas hojas de hierbabuena fresca (al gusto, unas 6-8); ½ granada (solo los granos); 2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra; el zumo de ½ limón; sal al gusto; una pizca de pimienta negra recién molida.
Preparación: Prepara el cuscús según las indicaciones del paquete, normalmente cubriéndolo con la misma cantidad de agua caliente, un chorrito de aceite y una pizca de sal. Déjalo reposar unos 5 minutos, y después sepáralo con un tenedor para que quede suelto.
Cuando esté frío, añade el tomate, la cebolla morada, el pepino, el perejil y la hierbabuena picados. Incorpora también los granos de granada. Aliña con el aceite de oliva, el zumo de limón, la sal y la pimienta negra. Mezcla bien y deja reposar unos minutos en la nevera antes de servirlo. Si puedes, prepáralo con algo de antelación: cuanto más tiempo se asientan los sabores, más rico está.
Queso halloumi a la plancha con granada
El queso halloumi es un pequeño tesoro que descubrí hace tiempo y que siempre me salva cuando quiero un plato rápido, vistoso y diferente. Lo mejor es que no se deshace al calentar, así que puedes dorarlo a la plancha sin miedo. Ahora, si le añades unos granos de granada por encima, ya tienes un contraste de sabores y texturas que me encanta: el queso salado con el toque dulce y crujiente de la granada.
Ingredientes para 2 personas: 200 g de queso halloumi; ½ granada (solo los granos); 1 cucharadita de aceite de oliva; 100 g de cuscús cocido; unas hojas de albahaca; 1 pepino pequeño; pimienta negra al gusto; un chorrito de limón.
Preparación: Corta el halloumi en láminas de medio centímetro aproximadamente. Calienta una sartén o plancha a fuego medio-alto, añade un poquito de aceite y dora el queso unos 2-3 minutos por cada lado, hasta que tenga un color dorado bonito y una textura firme pero jugosa.
Colócalo en el plato donde ya habrás puesto el cuscús cocido y aderezado a tu gusto, y el pepino cortado en rodajas finas. Espolvorea los granos de granada por encima. Añade unas hojas de albahaca, un poco de pimienta negra y un chorrito de limón para resaltar todos los sabores. Sírvelo recién hecho, que el contraste de caliente y crujiente es lo mejor de esta receta.
Zumo de granada casero
Nada como un buen zumo de granada casero para aprovechar al máximo esta fruta tan bonita como saludable. Solo necesitamos unas granadas maduras y unos minutos para obtener una bebida natural, con un color intenso y llena de antioxidantes:
Ingredientes: 4 granadas maduras (800 g aprox.); 1 cucharada de miel o azúcar (opcional); 100 ml de agua fría (½ vaso, opcional); hielo al gusto.
Preparación: Partimos las granadas y sacamos las semillas golpeando la piel con una cuchara. Las trituramos unos segundos con la batidora y colamos el jugo con un colador fino. Añadimos agua si queremos aligerarlo y endulzamos al gusto con miel o azúcar. Servimos frío con hielo o guardamos en la nevera hasta 2 días.
Comidas y cenas con granadas para sorprender
Si eres de los que les gusta impresionar un poquito cuando vienen invitados o simplemente quieres salir de lo habitual, estas recetas con granadas te van a encantar. Son platos con un toque más elaborado, pero que no son complicados si sigues los pasos. Además, el color y el sabor de la granada hacen que todo luzca mucho más apetitoso.
Risotto de granada
Con el risotto de granada te puedes dar aire de chef sofisticado sin tener que volverte loco en la cocina. La combinación del arroz cremoso con el dulzor ligeramente ácido de la granada queda… ¡uff! Es uno de mis favoritos para una comida especial.
Ingredientes para 2 personas: 175 g de arroz para risotto (tipo arborio o carnaroli); 350 g de granada (unos dos frutos medianos, solo los granos); media cebolla finamente picada; 60 ml de vino blanco; caldo de verduras caliente suficiente para cubrir el arroz y un poco más (unos 500-600 ml); 40 g de mantequilla; 40 g de queso parmesano rallado; 30 ml de aceite de oliva virgen extra, sal y pimienta al gusto.
Preparación: Primero, pela las granadas y separa los granos. Reserva unos pocos para decorar y el resto tritúralos en la batidora, luego filtra el zumo para usarlo en el risotto. En una cacerola, calienta el aceite y sofríe la cebolla picada hasta que esté suave y transparente. Añade el arroz y dóralo un par de minutos para que se impregne bien de los sabores del aceite y la cebolla. Después, vierte el vino blanco y deja que se evapore casi por completo.
Ahora comienza a añadir el zumo de granada y el caldo caliente poco a poco, removiendo constantemente. La idea es que el arroz suelte su almidón y quede cremoso, con esa textura melosa típica del risotto. Cuando el arroz esté casi al dente, ajusta de sal y pimienta, apaga el fuego y añade la mantequilla y el parmesano rallado para mantecar el plato y darle suavidad. Sirve inmediatamente y termina decorando con los granos de granada que habías reservado.
Chuletas de cerdo en salsa de granada
Si hay un plato que me gusta preparar cuando quiero algo distinto pero sin complicarme, es este: las chuletas de cerdo en salsa de granada. La combinación de la carne jugosa con la salsa afrutada y ligera es una pasada, y además, queda vistoso sin que parezca que has pasado toda la mañana cocinando.
Ingredientes para 2 personas: 2 chuletas de cerdo; 2 granadas; una cucharada de cebolleta muy picada; una cucharada de perejil fresco picado; unos 50 ml de aceite de oliva virgen extra; el zumo de ½ lima (o limón si no tienes lima); sal y pimienta al gusto.
Preparación: Lava las granadas, una la cortas en 4 trozos, con la cáscara; desgrana la otra y tritura la mitad para obtener el zumo (reserva los otros granos). Mezcla ese zumo con la cebolleta picada, el perejil, el aceite de oliva, el zumo de lima, un poquito de sal y pimienta. Añade también los granos que habías apartado.
Ahora salpimenta las chuletas de cerdo por ambos lados. Calienta una buena sartén o plancha con un chorrito de aceite. Cuando esté bien caliente, cocina las chuletas unos 3‑4 minutos por cada lado (dependiendo del grosor) hasta que estén bien doradas por fuera y jugosas por dentro. Añade los trozos de granada para que se caramelicen ligeramente y aporten aún más sabor.
1-2 minutos antes de que estén hechas, cubre las chuletas con la salsa de granada y deja que se termine de cocinar todo junto. Verás cómo los granos aportan un toque crujiente y el zumo de granada una acidez suave que combina genial con la carne.
Postres y recetas dulces con granada
Aşure o pudin de Noé, postre turco con granada
Dicen que el aşure fue el primer postre del mundo, preparado por Noé con lo poco que quedaba en el arca cuando por fin tocó tierra. Y aunque su origen se pierda entre leyenda y tradición, este dulce turco sigue siendo un símbolo de compartir y de aprovechar lo que tenemos en casa.
Ingredientes: 200 g de trigo cocido, 100 g de garbanzos cocidos, 100 g de alubias blancas cocidas, 150 g de azúcar, 50 g de pasas, 1 manzana troceada, 1 pera troceada, 1 naranja (su piel y su zumo), 1 litro de agua, 50 g de nueces, 30 g de pistachos, 1 cucharadita de canela, granada y coco rallado para decorar
Preparación: Ponemos en una olla el trigo cocido junto con los garbanzos y las alubias, añadimos el litro de agua y llevamos a ebullición. Dejamos hervir unos 15 minutos para que los sabores se mezclen bien. Incorporamos el azúcar, las pasas, la manzana, la pera, la piel y el zumo de naranja, y cocinamos a fuego medio durante otros 20 minutos, removiendo de vez en cuando. Cuando tenga la textura de un pudin espeso pero cremoso, apagamos el fuego.
Repartimos el aşure en cuencos, dejamos templar y decoramos con nueces picadas, pistachos, granos de granada, coco rallado y un poco de canela. Se puede tomar templado o frío, y mejora al reposar unas horas en la nevera.
Nota: El trigo cocido es trigo entero (en grano) que se hierve hasta que queda tierno, como si fuera arroz o cebada cocida. Es el ingrediente base del aşure y lo que le da esa textura densa y ligeramente cremosa.
Puedes conseguirlo de varias formas:
- En tiendas turcas o de productos árabes, ya viene cocido y envasado, listo para usar (suele poner wheat berries cooked o aşurelik buğday).
- En casa, puedes hacerlo tú misma con trigo en grano (lo venden en herbolarios o tiendas de productos a granel). Solo tienes que lavarlo bien, cubrirlo con agua y dejarlo en remojo unas 8 horas. Después, lo hierves en abundante agua durante 45 minutos o hasta que esté tierno. Se escurre y se usa como base.
Si no lo encuentras, también puedes sustituirlo por cebada perlada cocida o arroz integral, aunque el sabor cambia un poco.
Gelatina de granada
La gelatina de granada casera es un postre sencillo, ligero y con un color precioso. Perfecta para aprovechar las granadas de temporada y tener un dulce natural que gusta a todos. Además, podemos hacerla con zumo natural o con granadas frescas, según el tiempo que tengamos.
Lo bueno de esta receta es que no lleva apenas azúcar (podemos ajustar la cantidad a nuestro gusto) y se prepara en pocos minutos. Luego solo hay que dejarla enfriar para que cuaje, y tendremos un postre saludable que también queda genial en vasitos o moldes individuales.
Ingredientes: 500 ml de zumo de granada natural (unas 4 granadas); 2 cucharadas de azúcar o miel (opcional); 6 g de gelatina neutra en polvo (1 sobre) o 3 hojas de gelatina; unas semillas de granada para decorar (opcional).
Preparación: Hidratamos la gelatina en agua fría durante 5 minutos. Calentamos 100 ml del zumo de granada con el azúcar o miel, sin que llegue a hervir. Añadimos la gelatina escurrida y removemos hasta disolver. Vertemos el resto del zumo y mezclamos bien. Repartimos en moldes o vasitos y dejamos enfriar en la nevera al menos 4 horas. Decoramos con semillas de granada antes de servir.
Consejos: Si queremos un sabor más intenso, podemos reducir parte del zumo unos minutos al fuego antes de añadir la gelatina. También se puede mezclar con un poco de zumo de naranja para suavizar el toque ácido.
Mermelada de granada
La mermelada de granada tiene un color precioso, un sabor delicioso, y combina genial tanto con tostadas como con quesos o incluso carnes.
Ingredientes para 2 tarros pequeños: 800 g de granadas maduras (unos 3 frutos grandes); 350 g de azúcar; el zumo de 1 limón; una cucharadita de pectina (opcional, solo si quieres una textura más espesa).
Preparación: Para hacerla, primero pela las granadas y separa los granos. Tritúralos con la batidora y pasa la mezcla por un colador fino para eliminar las semillas duras. Pon el zumo obtenido en una olla junto con el azúcar y el zumo de limón. Cocina a fuego medio, removiendo de vez en cuando para que no se pegue. Verás que al principio parece muy líquida, pero poco a poco va espesando. Si decides usar pectina, añádela cuando empiece a hervir suavemente y sigue cocinando unos 20 o 25 minutos, hasta que tenga la consistencia deseada.
Para comprobar si está lista, puedes poner una gota en un plato frío: si al inclinarlo la gota no se escurre demasiado rápido, ya la tienes. Luego solo tienes que verterla caliente en tarros esterilizados, cerrarlos bien y dejarlos enfriar boca abajo.
Bueno, ya ves que la granada da muchísimo juego en la cocina. Desde las recetas más ligeras como el tabboulleh o las ensaladas, hasta platos más originales como el risotto de granada o esas chuletas con salsa que quedan de lujo sin apenas esfuerzo. Y si te animas a hacer la mermelada, ya tienes la guinda perfecta para tus desayunos o para acompañar quesos, que queda de escándalo.
Espero que estas recetas con granadas te hayan dado ideas nuevas y que te animes a probar alguna. Si te sale bien (que seguro que sí), ya me contarás, que me encantará saber cómo te ha ido.
Si buscas otras recetas de otoño, no puedes dejar de probar la receta de ensaladas de otoño, llenas de ingredientes de temporada como calabaza, manzana y frutos secos que aportan color y sabor; las recetas con boletus, ideales para disfrutar del intenso aroma de estas setas en guisos, risottos o salteados; la crema de calabaza y naranja, suave y ligeramente dulce, perfecta para empezar cualquier comida calentita; el pastel de boniato, esponjoso y dulce, que combina genial con un café o té de tarde; y el risotto de setas, cremoso y lleno de sabor, con el toque terroso de las setas que lo hace ideal para los días más frescos del otoño.
