Consejos para cocinar con boniato
Aquí te dejamos algunas ideas útiles para sacarle más partido al boniato en tus recetas del día a día:
Escoge boniatos del mismo tamaño
Si vas a hornearlos enteros o a cocerlos, intenta que sean del mismo grosor para que se cocinen de forma uniforme. Así te evitas que unos queden duros y otros pasados.
Se puede comer con piel (si está bien lavada)
Aunque la mayoría lo pelamos, la piel del boniato es comestible y contiene fibra. Solo hay que lavarla bien y comprobar que no tenga zonas negras o dañadas.
Quedan muy bien en platos salados
No hace falta limitarse a cremas o dulces: el boniato queda estupendo al horno con especias, en tacos, como base para hamburguesas vegetales o incluso en ensaladas templadas.
Prueba a hacerlo en airfryer
Los boniatos en freidora de aire quedan crujientes por fuera y blanditos por dentro con poco aceite y en mucho menos tiempo que en el horno.
Congélalo ya cocido
Puedes cocer varios boniatos, trocearlos y congelarlos en porciones para usar más adelante en purés, masas o como guarnición.
Beneficios nutricionales del boniato
Además de estar buenísimo, el boniato tiene bastantes propiedades interesantes:
Es una buena fuente de energía
Al contener hidratos de carbono complejos, el boniato es ideal para mantenernos saciados durante más tiempo sin picos de azúcar.
Rico en vitamina A
Su color naranja intenso nos da una pista: contiene betacarotenos, que el cuerpo convierte en vitamina A, esencial para la vista y la salud de la piel.
Aporta fibra
Tanto si lo tomamos con piel como sin ella, el boniato nos ayuda a regular el tránsito intestinal gracias a su contenido en fibra.
Bajo en grasa
El boniato tiene menos grasa que otros acompañamientos como las patatas fritas, lo que lo hace interesante si buscamos opciones más ligeras