Si tienes un buen manojo de acelgas y sabes que no las vas a gastar pronto, congelarlas puede ser una buena forma de no desaprovechar nada. Pero no todas las formas de congelar son iguales, y según cómo quieras usarlas después, te interesa más una u otra. Aquí te contamos cómo congelar acelgas paso a paso, ya sea crudas, escaldadas o cocidas.
¿Se pueden congelar las acelgas frescas?
Sí, se pueden congelar directamente sin cocinar, aunque no es la opción más recomendable si queremos conservar bien su textura. Al congelarlas crudas, las hojas tienden a quedar más blandas o gomosas al descongelarse, sobre todo si las vamos a usar salteadas o en platos donde necesiten mantener forma.
¿Cuándo es útil congelarlas frescas?
Si vas a usarlas en sopas, cremas o potajes donde se van a cocer de nuevo, puedes congelarlas frescas sin problema. Eso sí, lo ideal es lavarlas bien, secarlas todo lo posible, y cortarlas antes de meterlas en bolsas o recipientes.
Congelar acelgas escaldadas: la mejor opción
Escaldar las acelgas es, con diferencia, la forma más recomendada si queremos conservar color, textura y sabor. Solo hay que hervirlas entre 1 y 2 minutos (las hojas menos tiempo, las pencas un poco más), pasarlas inmediatamente por agua fría para cortar la cocción, escurrirlas muy bien y congelarlas en porciones.
¿Cuándo hacerlo así?
Perfecto si las vas a usar en salteados, cremas, tortillas, empanadas o como acompañamiento. Se descongelan rápido y mantienen mejor su estructura, sin quedar babosas ni oscuras.
¿Y si ya están cocidas?
Si te han sobrado acelgas cocidas, también se pueden congelar. Solo hay que dejarlas enfriar bien, escurrir todo el líquido y guardar en un recipiente hermético. Esta opción es ideal para recetas de aprovechamiento o para tener la base lista para una crema, un revuelto o un gratinado.
¿Qué hay que tener en cuenta?
Es mejor no congelarlas con el agua de cocción ni en caldos, porque eso ocupa más espacio y puede afectar a la textura. También es buena idea etiquetar bien la fecha para no olvidarlas en el fondo del congelador.
Recetas con acelgas congeladas
Una vez sabes cómo congelar acelgas, lo siguiente es tener claro en qué recetas puedes usarlas sin complicarte. Van genial en una crema de acelgas, donde no importa que estén más blanditas. También se pueden saltear directamente desde el congelador con un poco de ajo y aceite para una guarnición rápida. Si las has escaldado antes, puedes usarlas sin problema en una tortilla de acelgas, en unos garbanzos con acelgas o incluso en un gratinado con bechamel. Tener acelgas congeladas a mano es una forma práctica de añadir verdura a tus platos sin perder tiempo pelando ni limpiando: