Cargando...
El melocotón en almíbar es una forma estupenda de conservar la fruta de temporada y disfrutarla incluso cuando ya no está en el mercado. Al prepararlo en casa, podemos decidir cuánto azúcar añadir, usar melocotones en su punto y evitar conservantes innecesarios.
En mi caso, me gusta hacerlo cuando la fruta está bien madura y en temporada. Luego lo guardo para esos días en los que apetece algo dulce sin complicaciones: sobre una tarta, con yogur o como postre fácil después de comer. También es perfecto para aprovechar una buena oferta de melocotones en verano y tener provisiones listas para todo el año. Así que ya sabes, si tienes melocotones y quieres aprovecharlos, toma nota de esta receta:
Receta de melocotón en almíbar
Ingredientes
- 2 kg de melocotones maduros pero firmes (aprox. 12-14 piezas)
- 1 litro de agua (4 tazas)
- 500 g de azúcar (2 ½ tazas)
- 1 cucharada de zumo de limón
- 1 ramita de canela (opcional)
Para 4-6 tarros medianos:
Cómo hacer melocotón en almíbar
-
Lavamos los melocotones y los escaldamos en agua hirviendo durante 1 minuto para que la piel se desprenda fácilmente. Los pasamos a un bol con agua fría y hielo.
-
Pelamos los melocotones, los partimos por la mitad y retiramos el hueso con cuidado. Si son muy grandes, podemos cortarlos en cuartos.
-
En una olla amplia, ponemos el agua, el azúcar y el zumo de limón. Llevamos a ebullición, removiendo para que el azúcar se disuelva.
-
Cuando el almíbar empiece a hervir, añadimos los melocotones y cocinamos a fuego medio durante 5-7 minutos, solo para que se impregnen sin perder firmeza.
-
Retiramos del fuego y llenamos los tarros esterilizados con los melocotones y el almíbar caliente, dejando 1 cm libre en la parte superior.
-
Cerramos bien los tarros y los hervimos en una olla con agua (que los cubra por completo) durante 20 minutos para asegurar su conservación.
-
Dejamos enfriar boca abajo y guardamos en un lugar fresco y oscuro. Y ya solo te queda disfrutarlo solo o acompañando tus postres favoritos.
Consejos para un melocotón en almíbar perfecto
Para que el resultado sea realmente bueno, merece la pena cuidar algunos detalles:
- Elige melocotones maduros pero firmes, así conservarán mejor su forma.
- Si quieres un almíbar más ligero, reduce el azúcar a 350 g por litro de agua.
- Para darles un toque especial, añade una ramita de canela o una vaina de vainilla al almíbar.
- No sobrecocines la fruta; el objetivo es que mantenga su textura, no que se ablande demasiado.
- Asegúrate de que los tarros y tapas estén bien esterilizados para evitar que se estropee la conserva
Cómo acompañar el melocotón en almíbar
El melocotón en almíbar es versátil y se adapta tanto a recetas dulces como a combinaciones más atrevidas:
- Postres clásicos: sirve las mitades con nata montada, helado de vainilla o yogur natural. Prueba por ejemplo nuestra receta de mousse de melocotón en almíbar.
- Repostería: ideal para rellenar tartas de melocotón, decorar bizcochos o preparar milhojas de hojaldre.
- Ensaladas dulces: combina los melocotones en almibar con fresas, uvas y un toque de menta fresca.
- Combinaciones saladas: acompáñalo con quesos curados o frescos, o úsalo en ensaladas con pollo o jamón.
Preguntas frecuentes
¿Cuánto dura el melocotón en almíbar casero?
Si está bien esterilizado y conservado en un lugar fresco y oscuro, puede durar hasta 12 meses sin abrir. Una vez abierto, guárdalo en la nevera y consúmelo en 4-5 días.
¿Se puede hacer sin azúcar?
Sí, pero no sería técnicamente un “almíbar”. Puedes endulzar con edulcorantes aptos para cocción o preparar una conserva en agua aromatizada, aunque la duración será menor.
¿Puedo dar melocotón en almíbar a bebés o niños pequeños?
Para bebés menores de 12 meses no se recomienda por el alto contenido de azúcar. En niños pequeños, mejor reservarlo como un postre ocasional y en pequeñas cantidades.
¿Qué otras frutas puedo conservar en almíbar?
Peras, ciruelas, cerezas o albaricoques son buenas opciones, siguiendo el mismo procedimiento.
Preparar melocotón en almíbar casero es una de esas cosas que te alegran la despensa. En temporada cuesta poco hacerlo, y luego agradeces tener un tarro listo para improvisar un postre o acompañar un helado.
