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Hoy me he hecho un batido de mango y me he acordado de lo mucho que me gusta. No sé por qué no lo preparo más a menudo. Al final es tan simple como pelar un par de mangos maduros, echarles un poco de leche o yogur y darle caña a la batidora. Ni cinco minutos y ya lo tienes en el vaso. Esta vez lo he tomado de merienda, pero alguna que otra vez me lo he desayunado, y más de una noche ha caído como “postre rápido” cuando me apetecía algo fresquito.
El mango no solo aporta un sabor espectacular, también es una fruta cargada de nutrientes. Contiene vitamina C, vitamina A y antioxidantes que ayudan a proteger nuestras defensas. Es fuente de fibra, lo que favorece la digestión, y además tiene un bajo contenido en grasas. Su dulzor natural hace que muchas veces no necesitemos añadir azúcar extra.
En verano es todavía más fácil caer en la tentación, sobre todo si en la frutería tienen esos mangos que huelen dulce nada más acercarte. También me sirve para rescatar los que se han pasado un poco y ya no apetece comer tal cual. Lo de hoy ha salido suave, cremoso, y con ese amarillo vivo que casi te obliga a darle el primer sorbo sin pensarlo.
Receta de batido de mango
Ingredientes
- 2 mangos maduros (unos 400 g de pulpa)
- 250 ml de leche fría (1 taza) – puede ser entera, semidesnatada o vegetal
- 1 yogur natural o griego (125 g) – ½ taza
- 1 cucharada de miel o azúcar (opcional) – 15 ml
- 4 o 5 cubitos de hielo (opcional)
Para 2 vasos grandes de batido de mango:
Cómo hacer batido de mango
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Pelamos los mangos, retiramos el hueso central y cortamos la pulpa en trozos.
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Ponemos el mango en la batidora junto con la leche, el yogur y la miel o azúcar si queremos endulzarlo más.
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Trituramos hasta obtener una mezcla cremosa y sin grumos. Si lo queremos bien frío, añadimos los cubitos de hielo y volvemos a batir hasta que se integren.
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Servimos de inmediato en vasos altos. Podemos decorar con dados de mango o unas hojas de menta.
Variantes de batido de mango
- Con yogur griego: queda más espeso y saciante, ideal como desayuno.
- Con leche de coco: aporta un toque tropical y combina muy bien con el sabor del mango.
- Con otras frutas: prueba el batido de mango y plátano, piña o fresas para variar el sabor y añadir nutrientes
Consejos para que quede perfecto
Elegir bien el mango es la clave: debe estar maduro, pero no pasado. Lo notaremos porque cede un poco al presionarlo y desprende aroma dulce. Si no vamos a tomar el batido al momento, lo guardamos en la nevera en un recipiente cerrado y lo consumimos en las siguientes 12 horas para mantener el sabor y la textura. Para un toque más especial, podemos servirlo con un poco de coco rallado o semillas de chía por encima
Y si te has quedado con ganas de seguir probando bebidas con esta fruta, el mango lassi es una opción increíble, sobre todo si te apetece un toque especiado con yogur al estilo indio. Y no te quedes solo en los batidos: el mango queda de maravilla en ensaladas frescas, postres rápidos o incluso en salsas para platos salados. Al final, lo bueno de tener mangos en casa es que siempre encuentras una forma distinta y rica de disfrutarlos:
