Bizcocho de calabacín, fácil y esponjoso
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El bizcocho de calabacín, una sorpresa para muchos porque, al igual que ocurre con el bizcocho de zanahoria, no te esperas que una receta de calabacín, que habitualmente son saladas, pueda aportar esa textura y sabor en un bizcocho casero.
El origen del bizcocho de calabacín se remonta a tiempos antiguos, cuando se buscaban formas creativas de utilizar los ingredientes disponibles en las despensas. Se cree que la receta pudo haber surgido como una manera de aprovechar el exceso de calabacines en temporada, añadiendo un toque de humedad y sabor único a los tradicionales pasteles.
En la actualidad, el bizcocho casero de calabacín ha adquirido una importancia significativa en la cocina casera contemporánea. No solo es una delicia para el paladar, sino que también ofrece beneficios adicionales, como la incorporación de verduras en la dieta diaria de una manera deliciosa y sutil. Además, su fácil preparación lo convierte en una opción atractiva para aquellos que buscan recetas prácticas.
Receta de bizcocho de calabacín
Ingredientes
- 250 g de calabacín rallado (sin pelar)
- 3 huevos
- 1 cucharadita de jengibre seco molido
- 1 pizca de sal
- Ralladura de limón
- 130 g de azúcar
- 200 g de harina
- 100 g de aceite neutro
- 10 g de levadura en polvo
Cómo hacer bizcocho de calabacín casero
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- Precalienta el horno a 180ºC.
- Prepara un molde rectangular untándolo con mantequilla y espolvoreando un poco de harina.
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- En un bol grande, bate los huevos junto con la cucharadita de jengibre seco molido y la ralladura de limón hasta que la mezcla esté espumosa y haya aumentado su volumen, aproximadamente durante 10 minutos.
- Añade el azúcar y sigue batiendo hasta que esté bien integrado.
- Agrega el aceite neutro y mezcla suavemente para que no pierda volumen.
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- Ralla el calabacín y escúrrelo bien sobre un colador, presionando para que suelte el agua.
- Tamiza la harina con la sal y la levadura en polvo sobre la mezcla de huevos batidos.
- Con movimientos envolventes, incorpora la harina a la mezcla hasta que esté homogénea.
- Agrega el calabacín rallado y mezcla nuevamente hasta que esté bien integrado en la masa.
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- Vierte la masa en el molde preparado y extiéndela de manera uniforme.
- Hornea el bizcocho en el horno precalentado a 180ºC durante aproximadamente 40 minutos, o hasta que al insertar un palillo en el centro, este salga limpio.
- Una vez horneado, retira el bizcocho del horno y déjalo enfriar en el molde durante unos 10 minutos.
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- Luego, desmolda el bizcocho y déjalo enfriar completamente sobre una rejilla antes de cortarlo y servirlo
Consejos para hacer el bizcocho de calabacín perfecto
- Opta por calabacines frescos y de tamaño medio para obtener los mejores resultados en tu bizcocho. Los calabacines demasiado grandes pueden contener demasiada humedad, lo que afectará la textura final del bizcocho.
- Asegúrate de que el calabacín esté firme y libre de manchas o magulladuras. Evita los calabacines demasiado blandos o arrugados, ya que pueden indicar que están pasados.
- Utiliza un rallador fino para rallar el calabacín, lo que ayudará a que se integre de manera uniforme en la masa del bizcocho y aportará una textura suave.
- Después de rallar el calabacín, es importante escurrir el exceso de líquido utilizando un paño limpio o papel de cocina. Esto evitará que el bizcocho quede demasiado húmedo y pesado.
- Sigue cuidadosamente las indicaciones de tiempo y temperatura en la receta, pero también observa visualmente tu bizcocho mientras se hornea. Ajusta el tiempo de cocción si es necesario para evitar que el bizcocho se queme o quede crudo en el centro.
- Utiliza el método del palillo para verificar si el bizcocho está completamente cocido. Inserta un palillo en el centro del bizcocho; si sale limpio, el bizcocho está listo.
- Antes de almacenar el bizcocho, asegúrate de que esté completamente enfriado. Esto evitará que se forme condensación en el recipiente de almacenamiento, lo que podría hacer que el bizcocho se humedezca.
- Guarda el bizcocho en un recipiente hermético o envuélvelo en film transparente para mantener su frescura. Puedes refrigerarlo para prolongar su vida útil, pero asegúrate de dejar que vuelva a temperatura ambiente antes de servirlo para que recupere su textura óptima.
Dudas frecuentes
¿Puedo utilizar aceite de oliva en lugar de aceite de girasol?
Es preferible utilizar un aceite neutro, como el aceite de girasol o el aceite de maíz, en la receta del bizcocho de calabacín. El aceite de oliva puede agregar un sabor distintivo que puede no complementar adecuadamente el resto de los ingredientes. Sin embargo, si prefieres utilizar aceite de oliva, elige una variedad suave y de sabor ligero para minimizar su influencia en el sabor final del bizcocho.
¿Se puede congelar el bizcocho de calabacín?
Sí, puedes congelar el bizcocho de calabacín para conservarlo por más tiempo. Asegúrate de envolverlo cuidadosamente en papel film o papel de aluminio antes de colocarlo en el congelador para evitar que se seque o absorba olores. Cuando desees consumirlo, déjalo descongelar a temperatura ambiente durante unas horas o caliéntalo suavemente en el horno para disfrutarlo como recién horneado.
¿Es necesario pelar el calabacín antes de rallarlo?
No es necesario pelar el calabacín antes de rallarlo para la receta del bizcocho. La piel del calabacín es comestible y contiene nutrientes beneficiosos, por lo que no hay necesidad de eliminarla. Simplemente lava bien el calabacín y rállalo con la piel incluida para obtener los mejores resultados en términos de sabor y textura.
¿Cómo puedo hacer que el bizcocho sea más saludable?
Para hacer el bizcocho de calabacín más saludable, puedes realizar algunos ajustes simples en la receta. Por ejemplo, puedes reducir la cantidad de azúcar utilizada o sustituirla por alternativas más saludables, como el azúcar de coco o el edulcorante natural de tu elección. Además, puedes experimentar con harinas integrales o alternativas sin gluten para aumentar el contenido de fibra y nutrientes del bizcocho. Incorporar frutos secos o semillas también puede agregar valor nutricional al bizcocho sin comprometer su sabor y textura.
Si quieres probar otras recetas de bizcochos caseros te dejamos una gran selección, desde el clásico bizcocho de yogur, al popular bizcocho de chocolate o el bizcocho de manzana, hay una opción para cada uno:
