Hay cosas que no fallan en la mochila de un niño: una botella de agua, un pañuelo de papel… y un trozo de pan. El pan ha estado presente en la merienda de toda la vida, pero con tanta información (y desinformación) sobre lo que es saludable o no, a veces nos entran dudas sobre si deberíamos reducirlo, eliminarlo o buscar alternativas “sin gluten aunque no lo necesiten”. Así que vamos a poner un poco de orden.
En este artículo hablamos de pan para niños, pero sin complicaciones ni teorías raras. Vamos a ver qué aporta realmente, cuánto pan pueden tomar según su edad, qué tipo conviene más y cómo evitar los productos que se disfrazan de pan pero no lo son. Y como sabemos que la mejor forma de enseñarles a comer bien es hacerlo divertido, terminamos con una receta casera de bollitos de pan en forma de osito que pueden preparar contigo en casa.
¿Es bueno el pan para los niños?
El pan puede ser perfectamente compatible con una dieta saludable para niños, siempre que elijamos bien el tipo de pan y lo incluyamos dentro de una alimentación variada. Aporta principalmente hidratos de carbono complejos, que son una fuente importante de energía, algo que los niños necesitan a diario para moverse, jugar, pensar y crecer.
Eso sí, no todos los panes son iguales. Un pan de barra tradicional, elaborado con harina, agua, levadura y sal, no tiene nada que ver con un pan de molde industrial con una lista interminable de ingredientes, azúcares añadidos, conservantes y aceites refinados. Por eso, cuando hablamos de pan para niños, conviene centrarse en panes sencillos, de buena calidad, sin aditivos innecesarios. Si además optamos por versiones integrales (de verdad, no solo “con salvado”), añadimos un extra de fibra que ayuda al tránsito intestinal y les mantiene saciados durante más tiempo.
¿Cuánto pan pueden comer los niños al día?

No hay una cantidad exacta de pan que deban tomar los niños, pero sí podemos guiarnos por el sentido común y por su nivel de actividad, edad y el resto de su dieta.
A modo orientativo, un niño en edad escolar puede comer entre 40 y 60 g de pan al día, lo que equivale a una rebanada mediana o un panecillo pequeño. Si el pan forma parte del desayuno (por ejemplo, con aceite de oliva y tomate), se puede reducir en la comida o merienda, y al revés. Lo importante es evitar que se convierta en el “acompañamiento de todo”, porque entonces corremos el riesgo de que desplace a otros alimentos más nutritivos.
Receta de bollitos de pan en forma de osito
Ingredientes
- 300 g de harina de fuerza (aproximadamente 2 tazas y ½)
- 5 g de levadura seca de panadería (1 sobre)
- 1 cucharada de azúcar (opcional, puedes omitirla si prefieres menos dulce)
- 1 cucharadita de sal rasa
- 40 g de mantequilla sin sal a temperatura ambiente (unas 2 cucharadas)
- 1 huevo
- 175 ml de leche entera o bebida vegetal sin azúcares añadidos (¾ de taza)
Cómo hacer bollitos de pan en forma de osito
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Colocamos en un bol la harina, la levadura, el azúcar (si la usamos), la sal, el huevo y la leche. Mezclamos bien hasta integrar todos los ingredientes.
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Pasamos la masa a una superficie limpia y empezamos a amasar durante unos 5 minutos. Veremos que se va volviendo más elástica. Añadimos la mantequilla y seguimos amasando otros 5-10 minutos, hasta que la masa quede suave, brillante y manejable.
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Formamos una bola y la dejamos reposar en un bol enharinado, tapada con un paño, durante 1 a 1 hora y media, hasta que doble su volumen.
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Precalentamos el horno a 200 °C con calor arriba y abajo
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Sacamos la masa, la desgasificamos presionándola suavemente con los dedos, y la dividimos en 16 porciones. Reservamos una pequeña porción de masa para formar las orejitas
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Con cada porción, formamos una bola para el cuerpo del osito. Usamos bolitas más pequeñas para hacer las orejas y las pegamos con un poco de agua.
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Colocamos los bollitos en una bandeja de horno forrada con papel de hornear. Dejamos reposar 15 minutos más mientras el horno termina de calentarse.
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Horneamos durante 10-15 minutos, hasta que estén doraditos. Dejamos enfriar sobre una rejilla.
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Una vez fríos, podemos dibujarles los ojos y la nariz con un rotulador de tinta comestible, o usar un poco de cacao diluido o tinta de calamar y un palillo.
Consejos para incluir el pan en la dieta infantil

El pan puede formar parte del día a día de los niños si sabemos cómo integrarlo de forma variada, divertida y equilibrada. Aquí te dejamos algunas ideas prácticas para que estos bollitos (y otros tipos de pan) se conviertan en aliados, no en protagonistas absolutos.
1. Hazlos parte del juego
Cuando preparamos los bollitos con forma de osito, los niños se sienten parte del proceso. Puedes dejar que formen las bolitas, pongan las orejas o incluso pinten las caras con rotulador comestible. Convertir la cocina en una actividad compartida suele hacer que luego coman con más ganas.
2. Acompáñalos con opciones saludables
El pan en sí no tiene por qué ser el problema, lo que marca la diferencia es lo que ponemos dentro. Estos panecillos pueden rellenarse con aguacate, hummus, queso fresco o incluso algo dulce como compota casera sin azúcar. Así evitamos caer en el clásico embutido o crema de cacao de diario.
3. Congela porciones individuales
Una vez horneados y fríos, puedes congelar los bollitos ya formados. Cuando los necesites, solo tienes que sacarlos unas horas antes o darles un toque de horno o tostadora para que vuelvan a estar como recién hechos.
4. No los reserves solo para meriendas
Estos bollitos también pueden servir de base para un desayuno completo o incluso para una cena informal. Acompañados de una sopa o crema de verduras, son una opción práctica que gusta y sacia.
5. Varía las harinas si quieres más fibra
Si quieres subir el contenido en fibra, puedes sustituir parte de la harina de fuerza por harina integral. Ten en cuenta que esto puede hacer la masa un poco más densa, así que conviene no sustituir más del 50% la primera vez.
Preguntas frecuentes sobre el pan para niños

¿Es mejor el pan blanco o el pan integral?
Depende del momento y del niño. El pan integral tiene más fibra, vitaminas del grupo B y minerales, pero también puede ser más pesado o difícil de digerir para los más pequeños si no están acostumbrados. Lo ideal es combinar ambos, e ir introduciendo poco a poco el integral si en casa no se consume mucho.
¿Pueden comer pan todos los días?
Sí, siempre que forme parte de una dieta variada. El pan no tiene por qué eliminarse ni “demonizarse”, pero tampoco debe convertirse en el alimento base de todas las comidas. Lo importante es que no desplace a otros alimentos importantes, como frutas, verduras o legumbres.
¿Qué pan es mejor para los niños?
Un pan sencillo, sin aditivos ni azúcares. Mejor si es casero o de panadería artesanal, hecho con ingredientes básicos: harina, agua, levadura y sal (en cantidades razonables). Evita los panes industriales con largas listas de ingredientes y los que llevan grasas poco saludables o azúcar añadido.
¿Cómo saber si un pan comprado es saludable?
Lo primero: leer la etiqueta. Cuantos menos ingredientes, mejor. Busca panes que no incluyan azúcar, jarabes, aceites vegetales refinados ni conservantes innecesarios. Si el pan es integral, debe indicar “harina integral de trigo” como primer ingrediente, no “harina de trigo + salvado”.
¿Qué hago si no quieren comer otra cosa que pan?
Es bastante habitual, porque el pan es fácil de masticar, sacia rápido y está bueno. Pero si notamos que solo quieren pan, conviene revisar el resto de la dieta y reducir su presencia en momentos donde hay otras opciones más nutritivas (por ejemplo, ofrecer fruta primero en la merienda).
Beneficios del pan en la infancia
El pan, cuando se elige bien y se ofrece con moderación, puede ser una herramienta útil en la alimentación infantil. No es un “superalimento”, pero tampoco es el enemigo. Su valor está en su versatilidad, su aporte energético y su capacidad para formar parte de muchas comidas del día.
Aporta principalmente hidratos de carbono complejos, que son una fuente sostenida de energía. Esto es especialmente importante en etapas de crecimiento, cuando el cuerpo y el cerebro de los niños demandan más combustible. Si elegimos versiones integrales, además sumamos fibra, que ayuda a regular el tránsito intestinal y a mantener la saciedad.
Otro aspecto importante es que el pan es una buena forma de fomentar la autonomía. Desde pequeños, pueden aprender a agarrarlo, morder, untar, abrir un bocadillo… Todo eso forma parte de su aprendizaje alimentario. Y si encima lo preparamos en casa, como con los bollitos en forma de osito, no solo comemos mejor, sino que creamos momentos de cocina compartida que también alimentan.





































11 comentarios
Fantástica Receta!! La hice hoy y salieron unos panecillos Super tiernos.Gracias por compartirla.Saludos!! ?
Que lindez!! Los haré para el lunch de mi pequeño Max! ♥
Buenísimos!!! Han quedado espectaculares, los niños encantados… y en el Cole han causado sensación .
Gracias por la receta. Saludos
estan…..(deliciosos)
A mí me salen no muy esponjados y pasan unos minutos y se ponen como piedra… alguien sabe qué pueda pasar?
Qué maravilla de pagina, es preciosa!!! me encantaba antes pero ahora…… es preciosa!
siempre estáis pensando en nosotros!!! MUCHAS GRACIAS
riquisimos!!!!!
muchas gracias :))
Que maravilla! gracias por tus recetas, nos encantan!
Me encantan, aunque no se si no da pena comerselos.
Pero que graciosos jaja parecen osos de verdad no hace falta ni echarle un poco de imaginacion:) jaja
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