Si alguna vez has pedido bhajis de cebolla en un restaurante indio, sabrás que es imposible comerse solo uno. Tienen ese punto crujiente por fuera, blandito por dentro, y con las especias justas para que te entren ganas de repetir.
Solo hace falta cebolla, harina de garbanzo y unas pocas especias que seguramente ya tengas en la despensa. Se mezclan, se fríen en tandas pequeñas y se sirven con una salsa raita de yogur o un chutney de mango o menta. Vas a ver que además son muy fáciles de hacer en casa.
Receta de bhajis de cebolla
Ingredientes
- 2 cebollas grandes (unos 400 g)
- 100 g de harina de garbanzo (¾ de taza)
- 30 g de harina de trigo (2 cucharadas soperas colmadas)
- 1 cucharadita de cúrcuma
- 1 cucharadita de comino molido
- 1 cucharadita de semillas de cilantro molidas
- ½ cucharadita de chile en polvo o pimentón picante (ajustar al gusto)
- 1 pizca de sal
- 80-100 ml de agua (aproximadamente 6-7 cucharadas soperas)
- Aceite para freír (girasol o uno neutro)
Cómo hacer bhajis de cebolla indios
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Cortamos las cebollas en juliana fina, separando bien las tiras con las manos para que no queden pegotes.
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En un bol amplio, mezclamos la cebolla con la sal y dejamos reposar unos 10 minutos para que suelte parte del agua.
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Añadimos la harina de garbanzo, la harina de trigo y todas las especias. Mezclamos bien para que la cebolla quede cubierta.
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Vamos añadiendo el agua poco a poco, removiendo con las manos o una cuchara. No buscamos una masa líquida, sino más bien una mezcla pegajosa donde la cebolla quede unida, pero no sumergida en líquido.
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Ponemos abundante aceite a calentar en una sartén honda o un cazo pequeño, a fuego medio-alto (170-180 °C si tienes termómetro).
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Con una cuchara o con las manos, vamos echando montoncitos de masa, sin apelmazarlos, y los freímos por tandas.
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Freímos unos 3-4 minutos por cada lado o hasta que estén bien dorados.
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Retiramos los bhajis y los dejamos escurrir en papel de cocina.
Cómo acompañar los bhajis de cebolla
Los bhajis de cebolla se pueden acompañar con salsas como chutney de menta, yogur con limón o incluso sriracha si te va el picante. También combinan bien con té chai, lassi o cerveza fría. Si los quieres como parte de una comida más completa, van genial con arroz basmati, curry suave y algo de ensalada. Y si tienes invitados, funcionan de maravilla como tapa o entrante para compartir con varias salsas.
¿Qué son los bhajis y cuál es su origen?
Los bhajis tienen su origen en la comida callejera del norte de la India, Pakistán y Bangladesh, donde se sirven como aperitivo o tentempié, sobre todo en época de lluvias. Aunque el término “bhaji” puede variar según la región, en este caso hace referencia a unas frituras especiadas de verduras, siendo la de cebolla la más popular.
Si te han gustado los bhajis de cebolla, las pakoras son el siguiente paso natural: se preparan con el mismo tipo de masa pero usando otras verduras como espinacas, coliflor o patata. También puedes probar un curry suave de pollo, un dhal de lentejas rojas o un arroz basmati aromático. Son recetas fáciles de adaptar en casa, con ingredientes sencillos y ese toque especiado que hace que cada plato tenga algo especial.