Cargando...
¿Alguna vez has pedido pato Pekín en un restaurante chino y te has quedado con la curiosidad de cómo sería prepararlo en casa? Ese juego entre piel crujiente, laqueado brillante y tortitas finas con salsa hoisin, pepino y cebolleta tiene algo que engancha, y lo cierto es que, con un par de pasos clave, se puede conseguir una versión casera muy resultona sin necesidad de equipo profesional.
A este plato tradicional chino se le llama de mil maneras —pato a la pekinesa, pato laqueado a la pekinesa, pato pekinés, pato asado a la pekinesa—, pero en el fondo todos hablan de lo mismo: un pato con la piel bien seca, lacado en capas finas y asado de forma que la carne quede jugosa sin perder ese crujiente tan característico. Lo tradicional es laborioso, pero la versión casera es mucho más amable si sabes por dónde empezar.
Cuando lo preparo, me lo tomo como un pequeño ritual: lacar, dejar reposar, hornear en dos tiempos y luego cortar la piel por un lado y la carne por otro. Es de esas recetas que se disfrutan tanto durante la preparación como al servirlas. Y si te apetece recrear en casa un plato que siempre llama la atención, esta adaptación casera del pato Pekín es una forma estupenda de hacerlo.
Receta de pato Pekín chino
Ingredientes
- 1 pato entero de 2–2,5 kg
- 2 cucharadas de miel
- 2 cucharadas de vinagre de arroz (puedes comprarlo aquí
- 1 cucharada de salsa de soja
- 1 cucharadita de mezcla de cinco especias chinas (puedes comprarla aquí
- 1 trozo de jengibre de 3 cm
- 2 dientes de ajo
- 1 cucharadita de sal
Para el pato
- 100 ml de agua muy caliente
- 2 cucharadas de miel
- 1 cucharada de vinagre de arroz
- 1 cucharada de salsa de soja
Para el laqueado
- Tortitas u obleas para pato laqueado
- Salsa hoisin (puedes comprarla aquí
- 1 pepino
- 2 cebolletas tiernas
Para servir
Cómo hacer pato laqueado a la pekinesa
-
Preparar y escaldar el pato
Empieza limpiando bien el pato entero de unos 2–2,5 kg, retirando cualquier resto de plumas y secándolo a conciencia con papel de cocina, por dentro y por fuera.
-
Machaca los 2 dientes de ajo con el trozo de jengibre (3 cm) y mezcla con la cucharadita de cinco especias, la cucharadita de sal y la cucharada de salsa de soja; frota esta mezcla por el interior del pato y deja que tome sabor 15 minutos mientras preparas el resto.
-
Pon una olla grande al fuego con agua y, cuando hierva, ve echándola por encima del pato usando un cazo. Notarás cómo la piel se tensa al instante; es lo que buscamos para que luego se caramelice bien. Cuando termines, vuelve a secarlo con papel.
-
Laquear el pato a la pekinesa
Prepara el laqueado disolviendo la miel (2 cucharadas) con el vinagre de arroz (2 cucharadas), la salsa de soja (1 cucharada) y el agua muy caliente (100 ml).
-
Pincela el pato por completo con una capa fina y uniforme, colocándolo sobre una rejilla con bandeja debajo para que escurra.
-
Lleva el pato a la nevera, sin cubrir, para que se seque al aire 8–12 horas (si vas justo de tiempo, déjalo 3–4 horas, pero la piel quedará menos crujiente).
-
Antes de hornear, puedes dar una segunda pasada ligera del laqueado si ves zonas más secas.
-
Horneado del pato pequinés
Precalienta el horno a 160 °C. Coloca el pato en una rejilla con una bandeja debajo para recoger la grasa y hornéalo 1 hora y 15 minutos. Si quieres un dorado más uniforme, gíralo a mitad de cocción y pincela con un poco del laqueado restante si lo necesitas.
-
Sube la temperatura a 200 °C y dales el golpe final 20–25 minutos, hasta que la piel adquiera un color ámbar y se vea ligeramente caramelizada.
-
Cómo servir el pato Pekín
Para servir, separa primero la piel en tiras finas y después corta la carne. Calienta las tortitas y pon en la mesa salsa hoisin (al gusto), pepino en bastones y cebolleta tierna en tiras. Monta cada tortita con un poco de piel, carne y verduras, y remata con una cucharadita de hoisin.
Cómo hacer las crepes o tortitas para el pato Pekín
Ingredientes para 12–14 tortitas
- 200 g de harina de trigo
- 120 ml de agua muy caliente
- 1 cucharadita de aceite suave
- 1 pizca de sal
- Un poco de aceite extra para pincelar
Cómo preparar las tortitas
- Pon la harina en un bol y añade la pizca de sal. Vierte el agua muy caliente poco a poco, removiendo con palillos o con una cuchara de madera hasta que formes una masa que empiece a unirse. Incorpora la cucharadita de aceite y, cuando ya no queme, pasa la masa a la encimera y amásala durante 5 minutos, hasta que quede suave y elástica.
- Forma un cilindro y divídelo en pequeñas porciones del mismo tamaño.
- Unta cada bolita con un poco de aceite y junta dos por parejas, presionando para que queden ligeramente pegadas.
- Estira cada pareja con un rodillo hasta obtener una tortita muy fina; no pasa nada si no quedan perfectas, lo importante es que sean delgadas.
- Calienta una sartén antiadherente sin aceite y cocina cada tortita 1 minuto por cada lado, solo hasta que empiece a salir vapor y se vean pequeñas burbujas.
- Cuando retires una del fuego, sepárala todavía caliente: de cada pareja obtendrás dos tortitas finísimas, como las que sirven en los restaurantes chinos.
- Ve guardándolas envueltas en un paño limpio para que no se resequen mientras preparas las demás.
Cómo trinchar el pato Pekín
Trinchar el pato Pekín tiene su gracia porque no se corta como un asado normal. Empieza separando la piel: desliza un cuchillo afilado por la superficie para levantar tiras largas y finas. La idea es que cada tortita tenga un trocito de esa piel crujiente, así que procura que no queden excesivamente gruesas.
Una vez retirada la mayor parte de la piel, corta la carne comenzando por la pechuga. Haz cortes diagonales finos, siguiendo la fibra, para que queden jugosos. Después pasa a los muslos: aquí la carne se desprende casi sola del hueso, así que simplemente sepárala en trozos pequeños con el cuchillo o incluso con los dedos si te resulta más cómodo. Coloca la piel por un lado, la carne por otro y llévalo todo a la mesa para que cada persona monte sus tortitas como más le guste.
Consejos para hacer pato a la pekinesa
- Seca el pato todo lo que puedas. El crujiente depende casi más de la humedad que del laqueado. Después del escaldado, repasa bien con papel y asegúrate de que no queda agua acumulada cerca de las alas o la cavidad interior.
- El secado en la nevera no es negociable. Ese reposo de 8–12 horas permite que la piel pierda humedad y se tense. Si tienes una rejilla, úsala para que circule el aire mejor. Incluso puedes encender la función ventilador si tu nevera la tiene.
- Evita que la bandeja toque la piel del pato. Colócalo siempre en una rejilla: de lo contrario, la piel se reblandece con la grasa que se derrite.
- Si la piel no queda todo lo crujiente que quieres, usa el grill unos minutos. Vigila de cerca, porque pasa de dorado a quemado en un momento, pero es un truco útil si tu horno no dora demasiado.
- Para trincharlo, separa piel y carne. Primero corta la piel en tiras finas y después la carne. De esta manera cada tortita tiene un bocado equilibrado y reconocible, como en los restaurantes.
- Conservación: la carne del pato puedes guardarla en la nevera 2–3 días. La piel, si te ha sobrado, guárdala en un tupper sin cerrar del todo para que no pierda del todo el crujiente.
- ¿Se puede congelar? La carne sí, y queda bien si luego la recalientas al vapor o en sartén suave. La piel, sin embargo, no conserva el crujiente tras congelar, así que mejor disfrutarla en el momento.
Cómo acompañar el pato Pekín
El acompañamiento clásico del pato laqueado a la pekinesa es casi un ritual: tortitas finas y calientes, salsa hoisin, pepino en bastones y cebolleta tierna. Esa mezcla de crujiente, dulce y fresco equilibra muy bien la grasa del pato. Si quieres acercarte aún más a la experiencia de restaurante, calienta las tortitas al vapor unos segundos para que queden más flexibles. Otra opción que queda muy bien es servirlo con una salsa de ciruelas suave, que aporta una acidez distinta y combina particularmente bien con la piel crujiente. Si prefieres presentarlo como plato principal en lugar de hacerlo en tortitas, acompáñalo con arroz blanco, wok de verduras o un salteado de setas, que aportan textura y absorben parte del jugo del pato sin competir con su sabor.
Preguntas frecuentes sobre el pato Pekín
¿Es imprescindible secar el pato tantas horas?
Sí. El secado prolongado en la nevera entre 8 y 12 horas es lo que permite que la piel quede fina y crujiente. Si lo reduces a solo un par de horas, el resultado será más blando y menos caramelizado, aunque la receta seguirá siendo disfrutable.
¿Puedo hacer pato Pekín solo con muslos o solo con pechugas?
Puedes, pero no será realmente un pato laqueado a la pequinesa. Para conseguir el contraste entre piel crujiente y carne jugosa, la pieza entera funciona mucho mejor. Con muslos o pechugas el resultado se parece más a un asado lacado.
¿Por qué a veces la piel no queda crujiente?
O bien había demasiada humedad (no se secó lo suficiente), o el horno no alcanzó una temperatura suficientemente alta en la fase final. El golpe de calor a 200 °C durante 20–25 minutos es clave.
¿Puedo preparar el pato pekinés con antelación?
Puedes dejarlo lacado y secándose en la nevera desde el día anterior. Asarlo el mismo día da el mejor resultado. La carne una vez cocinada se recalienta bien, pero la piel pierde parte del crujiente.
¿Las tortitas tengo que hacerlas caseras?
No necesariamente. Las tortitas compradas funcionan muy bien y ahorran tiempo. Solo recuerda calentarlas unos segundos al vapor o al microondas para que queden flexibles.
¿Dónde puedo comprar los ingredientes?
Muchos de los ingredientes del pato Pekín se encuentran ya con bastante facilidad. Las tortitas para pato laqueado puedes comprarlas en paquetes en tiendas asiáticas o en la sección internacional de algunos supermercados; suelen venir refrigeradas o congeladas y se calientan en segundos. La salsa hoisin es aún más común: la tienen prácticamente todas las tiendas orientales y cadenas grandes como Carrefour, Alcampo o El Corte Inglés. Las cinco especias chinas también se encuentran en tiendas asiáticas y online, y si no, puedes improvisar una mezcla casera con anís estrellado, clavo, canela, hinojo y pimienta de Sichuan o negra. El vinagre de arroz y la salsa de soja son básicos que ya están en cualquier supermercado. En definitiva, no hace falta volverse loco: casi todo lo necesario es fácil de conseguir hoy en día.
Preparar un pato Pekín en casa no es algo que hagas todos los días, pero tiene algo muy entretenido: el laqueado, el secado, el olor que sale del horno, el momento de montar las tortitas… Al final, más que un asado, es una pequeña ceremonia que convierte la comida en algo especial. Y la verdad, cuando sale esa piel crujiente y ves a todo el mundo montando sus tortitas sin decir ni palabra, sabes que ha merecido la pena. Si nunca lo has intentado, quizá esta sea la ocasión para animarte.
Si buscas otras recetas chinas, no puedes dejar de probar el pollo agridulce, con su mezcla tan típica de dulce y ácido; el pan bao, esponjoso y perfecto para rellenar con lo que tengas a mano; la ensalada china, ligera y con ese aliño inconfundible de sésamo y vinagre; la ternera con bambú y setas, un clásico de los restaurantes que queda sorprendentemente bien en casa; y el ku bak con gambas, crujiente y lleno de sabor cuando se mezcla con la salsa caliente.
Algunos enlaces aquí publicados son de afiliados. No obstante los artículos recomendados responden a una decisión de criterio del equipo de Pequerecetas, no existiendo ningún incentivo por parte de las marcas.
