Recetas con Pato
El pato siempre suena a plato gourmet, pero no es tan complicado como parece. Es de esos ingredientes que, bien cocinados, pueden hacer que cualquier comida en casa se sienta como de restaurante. Ya sea asado, confitado o en una buena salsa, el pato ofrece una carne jugosa y con mucho sabor que se adapta a diferentes estilos de cocina.
Hoy te vamos a compartir unas cuantas recetas con pato que no son nada complicadas pero tienen ese toque especial. Si te apetece salir un poco de la rutina, estas ideas te van a encantar.
Consejos para cocinar con Pato
Estos consejos te ayudarán a sacarle el máximo partido al pato en la cocina, ya sea para platos sencillos o más elaborados.
- Confitado: Cocinar el pato en su propia grasa es una técnica clásica que deja la carne increíblemente tierna. El confitado es ideal para platos principales acompañados de guarniciones ligeras como ensaladas o purés suaves. Eso sí, requiere algo de tiempo, ya que la cocción es lenta.
- Pato a la naranja: Este clásico combina a la perfección el sabor intenso del pato con el toque cítrico de la naranja. El truco está en hacer una buena reducción con jugo de naranja, azúcar y un toque de licor. La carne asada queda crujiente por fuera y tierna por dentro.
- Pato al horno: Si tienes una comida especial, asar un pato entero es una opción excelente. Con un buen adobo de hierbas y un horneado controlado, lograrás una piel crujiente y una carne jugosa. Acompáñalo con verduras asadas o patatas para completar el plato.
- Magret de pato: La pechuga de pato es muy fácil de preparar. La clave está en dorar la piel para que quede crujiente y después cocinar la carne a fuego medio para que quede jugosa. Acompáñala con una salsa de frutos rojos para un contraste perfecto entre dulce y salado.
- Conservación: Si no vas a utilizar el pato de inmediato, guárdalo en la nevera bien cerrado o congélalo para mantener su frescura. Si lo has confitado, puedes conservarlo sumergido en su propia grasa durante más tiempo.
Beneficios nutricionales del Pato
El pato es una carne rica en proteínas de alta calidad, lo que la hace ideal para el mantenimiento y reparación de tejidos. Aunque contiene más grasa que otras carnes, buena parte de ella es monoinsaturada, beneficiosa para la salud cardiovascular. También es una fuente excelente de vitaminas B6 y B12, necesarias para el buen funcionamiento del sistema nervioso y la formación de glóbulos rojos.
Como con cualquier alimento más calórico, la clave está en disfrutarlo con moderación y acompañarlo de guarniciones equilibradas.