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Las tortitas de Halloween son de esas cosas que hacen que los peques (y los no tan peques) se levanten de la cama corriendo. En casa, esta época se convierte en una excusa perfecta para preparar el desayuno más divertido del año. Verás que, con un poco de imaginación, se pueden hacer auténticas obras de arte con formas de arañas, fantasmas o calabazas.
Y es muy fácil conseguir unas tortitas temáticas divertidas. Solo necesitas la masa básica de tortitas americanas (o, si lo prefieres puedes preparar tortitas de calabaza) y algunos trucos sencillos: un poco de chocolate fundido, frutas, sirope… y ganas de pasarlo bien en la cocina.
Además, preparar tortitas de Halloween divertidas puede ser un plan genial para el fin de semana o para una merienda con amigos. Así que si estás buscando ideas para celebrar Halloween con algo casero, rápido y muy resultón, sigue leyendo porque te van a encantar.
- Receta de tortitas americanas de Halloween
- Cómo hacer tortitas para el desayuno de Halloween
- Ideas fáciles para decorar tus tortitas de Halloween
- Tortitas fantasma de Halloween
- Tortitas monstruosas de chocolate
- Tortita-búho de Halloween
- Brochetas de ojos sangrientos
- Tortitas de araña en telaraña sangrienta
- Telaraña de tortitas con moras de araña
Receta de tortitas americanas de Halloween
Ingredientes
- 250 g de harina de trigo
- 30 g de azúcar
- 1 cucharadita de levadura química (tipo Royal)
- una pizca de sal
- 2 huevos
- 300 ml de leche entera
- 50 g de mantequilla derretida
Cómo hacer tortitas para el desayuno de Halloween
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Empieza mezclando primero los ingredientes secos en un bol grande: 250 g de harina, 20 g de azúcar, una cucharadita de levadura y una pizca de sal.
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En otro recipiente, bates un poco los 2 huevos con 300 ml leche y le añades 50 g mantequilla, que debe estar derretida pero templada, no hirviendo.
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Después, vierto la mezcla líquida sobre los ingredientes secos. La clave, y esto sí es importante, es no batir en exceso. Tienes que mezclar solo lo justo para que no queden grandes cúmulos de harina. Deja reposar la masa 30 minutos en la nevera.
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Calienta una sartén antiadherente, engrásala un poco, y ve echando porciones. Cuando veas que le salen burbujitas por la superficie, dales la vuelta y listo. Ya tienes la base de tus desayunos para Halloween lista.
Ideas fáciles para decorar tus tortitas de Halloween
Una vez que tienes las tortitas listas, el trabajo duro ya está hecho. La parte divertida ahora es transformarlas en un auténtico desayuno de Halloween. La decoración es la clave para que estas recetas de tortitas de Halloween para niños triunfen sin que tengamos que pasarnos la mañana en la cocina. Mira qué ideas más bonitas y rápidas.
Tortitas fantasma de Halloween
Esta idea, con el fantasma de nube, es de esas que a los niños les hace muchísima ilusión y a ti te lleva cero tiempo. Es perfecta para un desayuno de miedo que, además, está de vicio.
Ingredientes: marshmallows o nubes grandes; rotulador de tinta comestible negra (o lápiz pastelero de chocolate).
Simplemente coge las nubes grandes y dales un corte por la mitad si quieres que queden más planas, aunque enteras también valen. Ponlas encima de la tortita caliente, para que se ablanden un poquito y se peguen. Lo mejor para hacer la cara de susto es usar un rotulador de tinta comestible, que lo encuentras en cualquier tienda de repostería. Si no tienes, usa un poquito de chocolate negro fundido y un palillo para dibujar esos ojos vacíos y terroríficos. ¡Ya tienes tus desayunos para Halloween con fantasmas listos!
Tortitas monstruosas de chocolate
Si eres de las que les encanta el chocolate, esta idea te va a encantar, y a tus hijos, ya ni te cuento. Para conseguir ese color oscuro y terrorífico que vemos en la foto, solo tienes que modificar la masa base que hicimos antes.
Ingredientes: masa de tortitas americana base; cacao en polvo sin azúcar (unas 2 o 3 cucharadas); marshmallows o nubes pequeños (para los dientes); mermelada de fresa o frambuesa (para la sangre); rodajas de plátano y arándanos (para los ojos).
El truco para las tortitas de chocolate es añadir un par de cucharadas grandes de cacao en polvo sin azúcar a la mezcla de ingredientes secos que ya teníamos. No tienes que añadir más líquido, si acaso una cucharada más de leche si notas que la masa queda demasiado densa por el cacao. Haz las tortitas más grandes y gruesas de lo habitual, y dóblalas por la mitad, como si fueran una empanadilla. La parte interior del pliegue es donde vas a colocar los dientes. Usa las nubes pequeñas para simular esos dientes afilados y monstruosos, poniéndolos en fila y pegándolos con nocilla, crema de cacahuete o lo que quieras. Luego, para simular los ojos, pon un par de rodajas de plátano y un arándano en el centro. El toque final es poner un poco de mermelada roja, de fresa o frambuesa, en el plato para que parezca que la boca del monstruo está sangrando.
Tortita-búho de Halloween
Esta es la opción más tierna, por si tienes peques muy pequeños a los que el rollo monstruoso les da un poco de miedito. Este desayuno temático es un desayuno fácil de hacer y además tiene mucha fruta, que siempre viene bien.
Ingredientes: tortita americana base; rodajas de plátano; arándanos; gajos de mandarina o naranja; gajos de manzana verde; una ciruela (para el gorro); un pretzel o palito salado (para las patas); queso o láminas de fruta para la escoba.
Para hacer este búho, tienes que colocar la tortita en el centro del plato. Los ojos los hacemos con dos rodajas de plátano y un arándano en el centro de cada una, pegándolos un poco con un toque de sirope si hace falta. Para el pico, usa un gajo de mandarina o un trocito de naranja. Los gajos de manzana verde, cortados a la mitad, hacen unas alas geniales a cada lado de la tortita.
El detalle del gorrito de bruja lo haces con un trozo de ciruela o uva grande. Los gajos de mandarina también sirven para las patitas, y para la escoba, puedes usar tiras de queso o de manzana muy finas, atadas con un tallo de cebollino o un trozo de piel de manzana. La calabacita de al lado es una mandarina pelada con una cara de Jack-o’-lantern hecha con un cuchillito.
Brochetas de ojos sangrientos
Otra opción que me encanta porque te soluciona el desayuno para Halloween y además es divertido de comer. A los niños les encanta comer con palitos o pinchos, y aquí la clave es hacer las tortitas muy pequeñas.
Ingredientes: masa de tortitas americana base; mermelada de fresa o frambuesa (o sirope de fresa); rodajas de plátano finas; arándanos; brochetas de madera.
Para esta receta, tienes que hacer las tortitas del tamaño de una moneda grande o un poco más, para que se parezcan a la pupila de un ojo. Puedes usar un biberón de cocina, simplemente echar muy poca masa en la sartén para que te salgan mini. Una vez hechas, las vas ensartando en la brocheta de madera.
Para simular el iris y la pupila, pon una rodaja de plátano y medio arándano en el centro de la tortita. Puedes usar un poco de nocilla o mermelada para que se peguen. Usa un poquito de mermelada de fresa o frambuesa para simular la sangre, ya sea poniéndola un poco entre las rodajas de plátano y las tortitas, o mejor aún, sirviendo las brochetas encima de un charco de mermelada en el plato. Así parece que la brocheta ha atravesado los ojos.
Tortitas de araña en telaraña sangrienta
Mira qué idea más ingeniosa para un desayuno de miedo. Además, combina ese toque oscuro de la tortita de cacao con la mermelada roja, que siempre funciona para la temática.
Ingredientes: masa de tortitas de chocolate (la que hicimos antes con cacao en polvo); mermelada de fresa o frambuesa; arándanos o chispas de chocolate (para los ojos).
Tienes que usar un biberón de repostería o manga pastelera para ir echando la masa de las tortitas de chocolate en la sartén caliente, haciendo primero un círculo grande para el cuerpo. Justo después, y antes de que se haga del todo, vas dibujando las ocho patas finas que salen del cuerpo. Si no te sale, ¡no pasa nada! Puedes hacer tortitas redondas y luego, con la ayuda de un cuchillo, cortarles las patitas una vez hechas. Para los ojos, usa dos arándanos o dos chispas de chocolate.
La presentación es lo que le da el toque. Usa un poco de mermelada de fresa o frambuesa (la “sangre”) y unos arándanos.
Telaraña de tortitas con moras de araña
¿Qué te parece hacer una telaraña comestible y deliciosa, que queda preciosa como desayuno de Halloween?
Ingredientes: masa de tortitas americana base; moras frescas (o arándanos grandes); un biberón de cocina o una manga pastelera con boquilla fina.
Aquí, el secreto no es la receta, sino la técnica. Tienes que rellenar un biberón de cocina (como este) con la masa de las tortitas que hicimos al principio. Si no tienes, usa una manga pastelera con una boquilla redonda muy finita, o incluso una bolsa de congelados a la que le has hecho un agujero muy, muy pequeño.
La sartén debe estar caliente, como siempre. Lo que vas a hacer es dibujar los hilos de la telaraña directamente en la sartén. Empieza haciendo los hilos que van del centro hacia afuera, y luego los círculos que unen esos hilos. Para simular las arañas, solo tienes que colocar unas moras grandes o arándanos en algunos puntos.
Hemos hecho todas estas tortitas americanas de Halloween con la receta clásica, pero si quieres variar te animo a probar también las tortitas de avena, las tortitas de calabaza o las tortitas de trigo sarraceno.
Pues bueno, después de ver todas estas ideas, la verdad es que ya no hay excusa para no hacer un tortitas de Halloween. Ya has visto que lo de sorprender a los peques no va de ser una chef de estrella Michelin. Se trata de ponerle un poco de gracia y de usar lo que ya tienes por casa.
Si buscas otras recetas de Halloween para la merienda o para llevar al cole, no puedes dejar de probar las galletas de Halloween, los bollos de calabaza dulces, que son perfectos para mojar en el café o el chocolate caliente y quedan con un color naranja precioso, las tartaletas de Halloween con su ojo amenazador, las galletas vampiro para dar miedito con dulzura, y las mandarinas de Halloween rellenas de bizcocho, que quedan muy graciosas porque usas la propia piel de la mandarina para simular la forma de la calabaza, rellenándola con un bizcochito casero.
