Seguramente cuando oímos hablar de un milhojas pensamos en algo dulce o en un plato con hojaldre, ¿verdad? Pues hoy le damos una vuelta y preparamos una milhojas de solomillo que no lleva hojaldre, sino una alternativa más ligera y crujiente: la pasta wantán. En casa nos gusta porque se hornea en pocos minutos y queda súper fina y crujiente, como una galleta salada que se deshace en la boca. Además, entre capa y capa, añadimos un toque de crema con queso Philadelphia Finas Hierbas, que realza el sabor del solomillo sin robarle protagonismo.
La pasta wantán (o wontón) es muy típica en la cocina asiática, sobre todo en sopas o fritos rellenos de carne, pero al hornearla nos ofrece una textura ideal para montar platos más originales como este milhojas. Si buscas una forma distinta de presentar el solomillo de cerdo y sorprender sin complicarte mucho, esta receta te va a venir genial.
Receta de milhojas de solomillo de cerdo
Ingredientes
- 12 hojas de pasta wantán
- 1 solomillo de cerdo (aprox. 400 g)
- ½ pimiento rojo grande
- 100 g de judías verdes
- 250 g de queso crema con finas hierbas (tipo Philadelphia)
- Aceite de oliva virgen extra
- Sal y pimienta al gusto
Cómo hacer milhojas de solomillo
- Horneamos la pasta wantán: Colocamos las hojas sobre una bandeja de horno forrada con papel vegetal, las pintamos con un poco de aceite de oliva y horneamos a 160 °C durante unos 5 minutos o hasta que estén doradas y crujientes. Las dejamos enfriar sin apilar para que no pierdan la textura.
- Preparamos las verduras: Cortamos el pimiento y las judías verdes en juliana fina. Las escaldamos en agua hirviendo con sal durante 3-4 minutos, las escurrimos bien y reservamos.
- Cocinamos el solomillo: Cortamos el solomillo en filetes finos, lo salpimentamos y lo cocinamos a la plancha con un chorrito de aceite hasta que quede dorado por fuera pero jugoso por dentro. Retiramos y, en la misma sartén, salteamos rápidamente las verduras para darles un toque extra de sabor.
- Montamos la milhojas: Colocamos una hoja de pasta wantán crujiente en la base, ponemos un poco de queso crema, unas tiras de solomillo y algunas verduras. Repetimos la operación hasta tener 3 pisos, terminando con una hoja crujiente como tapa.

Consejos para que el milhojas quede perfecto
Este plato tiene una presentación muy vistosa y no es nada complicado, pero aquí van algunos trucos que nos vienen bien:
- No te pases con el relleno: La clave del milhojas está en el equilibrio. Si pones demasiada cantidad entre capa y capa, se desmontará con facilidad. Mejor capas finas y bien repartidas.
- Pasta wantán crujiente sin freír: Puedes hornearla con muy poco aceite o incluso sin nada, pero si quieres un acabado más dorado, pincélalas ligeramente con aceite de oliva o con mantequilla fundida.
- El solomillo en su punto: No lo cocines demasiado o se quedará seco. Solo vuelta y vuelta, sobre todo si lo has cortado fino.
- Queso al gusto: Puedes usar Philadelphia Finas Hierbas o cambiar por una versión light o incluso por una mezcla con mostaza suave si te apetece variar.
¿Con qué acompañamos esta milhojas de solomillo?
Es un plato que puede servir tanto como entrante caliente como plato principal si lo acompañamos bien. Nosotros solemos servirlo con una ensalada de patata o con unas patatas con romero al horno. También puedes preparar una vinagreta ligera de miel y mostaza y poner unas gotas por encima del milhojas justo antes de servir.


































