El pastel de calabacín es de esos platos que triunfan en casa sin complicarse la vida. Es rápido de hacer, queda jugoso y tiene un sabor suave que suele gustar a todo el mundo, incluso a los que no son muy fans de las verduras. De hecho, es una buena forma de que los niños coman calabacín sin rechistar, porque queda tan integrado que ni se nota.
El calabacín, además, tiene lo suyo: apenas aporta calorías, es ligero, tiene fibra para ayudar con la digestión y viene cargado de nutrientes como la vitamina C, el potasio o el magnesio. Así que no solo estamos hablando de una receta rica y fácil, sino también de un plato que suma puntos en el menú por su valor nutricional
Receta de pastel de calabacín al horno
Ingredientes
- 1 calabacín grande
- 3 huevos
- 300 ml de leche
- 50 g de harina
- la cáscara rallada de un limón
- 75 g de queso parmesano rallado
- Aceite de oliva virgen extra
- Sal
Cómo hacer pastel de calabacín y queso al horno fácil y rápido
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Preparamos la masa del pastel de calabacín
- Precalienta el horno a 180°C y prepara un molde alargado engrasándolo ligeramente.
- En un bol grande, bate los huevos junto con la leche hasta obtener una mezcla homogénea.
- Ralla el calabacín y añádelo a la mezcla. Agrega también la ralladura de limón y mezcla bien.
- A continuación, añade la harina tamizada y el queso rallado a la mezcla. Agrega sal al gusto y remueve hasta que todos los ingredientes estén bien combinados.
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Horneamos
- Vierte la mezcla en el molde preparado.
- Lleva el molde al horno precalentado y hornea durante aproximadamente 35-40 minutos, o hasta que el pastel esté dorado y firme al tacto.
- Una vez listo, retira el pastel del horno y déjalo enfriar durante unos minutos antes de desmoldarlo.
Cómo acompañar el pastel de calabacín

Una vez que hayas horneado y desmoldado el pastel de calabacín, puedes servirlo caliente o a temperatura ambiente. Puedes disfrutarlo como plato principal, acompañado de una ensalada fresca o unas rodajas de tomate. También puedes servirlo como guarnición para carnes o pescados a la parrilla. Para añadir más sabor, puedes acompañarlo con una salsa de yogur o una salsa de tomate casera.
Consejos para hacer un pastel de calabacín jugoso

- Para asegurar que tu pastel de calabacín quede jugoso, es importante eliminar el exceso de humedad del calabacín rallado. Puedes hacerlo colocando el calabacín rallado en un colador y presionándolo suavemente para extraer el líquido antes de añadirlo a la mezcla.
- Si deseas darle más sabor a tu pastel, puedes agregar hierbas frescas como el cilantro o el perejil picados finamente. Estas hierbas le darán un toque de frescura y aromas deliciosos.
- Puedes añadir otras verduras, como pimientos, espinacas o cebollas, a la mezcla para agregar más sabor y textura.
- Asegúrate de precalentar el horno correctamente antes de comenzar a hornear el pastel. Un horno caliente garantizará una cocción uniforme y ayudará a que el pastel adquiera una textura jugosa.
- Puedes utilizar otros tipos de queso rallado, como el queso cheddar o el queso mozzarella. Esto le dará un sabor diferente al pastel, pero igualmente delicioso.
- Puedes congelar el pastel una vez que esté completamente enfriado. Envuélvelo en papel film o colócalo en un recipiente hermético antes de congelarlo. Para consumirlo, simplemente descongélalo en el refrigerador y caliéntalo en el horno antes de servir.
- El pastel de calabacín se puede conservar en el frigorífico aproximadamente 3-4 días. Asegúrate de guardarlo en un recipiente hermético para mantener su frescura.
Si quieres probar otras ideas con verduras prueba la quiche de calabacín, el pastel de verduras o el pastel de verduras y queso ¡te encantarán!






































