La receta de salchichas al vino es fácil, rápida y con ese sabor casero que nos recuerda a las comidas de nuestras abuelas. En casa solemos prepararlas como cena, porque apenas dan trabajo y siempre quedan buenísimas. Pero si las acompañas con un poco de arroz blanco, unas patatas fritas o incluso un puré de patata casero, se convierten en un plato completo perfecto para el almuerzo.
El truco para que las salchichas al vino blanco queden realmente ricas está en elegir unas salchichas frescas de cerdo de buena calidad, o unas longanizas bien tiernas y con el punto justo de grasa. Esas que al dorarse sueltan su propio jugo y dejan la salsa con un sabor intenso y delicioso. Si tienes confianza con tu carnicero, pídele unas salchichas frescas “de las buenas”, hechas con carne magra y bien condimentadas. La diferencia se nota, y mucho.
Además, esta receta de salchichas al vino tradicionales tiene ese toque que nos encanta: una salsa sencilla, sin complicaciones, que combina vino blanco, cebolla, caldo casero, y un poco de la grasa natural de la carne. Todo junto hace una mezcla irresistible que pide pan para mojar.
Receta de salchichas al vino
Ingredientes
- 8 salchichas frescas de cerdo
- 250 g de vino blanco
- 1 cebolla
- 250 g de caldo de carne
- 40 g de aceite de oliva virgen extra
- Sal
Cómo hacer longanizas o salchichas frescas al vino blanco
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Pelamos la cebolla y la cortamos en tiras.
Añadimos el aceite de oliva virgen extra en una sartén y doramos la cebolla ligeramente. Reservamos.
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Freímos las salchichas a fuego medio-alto hasta que estén doradas por ambos lados.
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Añadimos las cebollas. Mezclamos bien y vertemos el vino blanco. Dejamos cocinar un par de minutos para que evapore el alcohol.
A continuación añadimos el vaso de caldo de carne y un poco de sal. Dejamos cocinar hasta que la salsa reduzca y espese.
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Servimos calientes las salchichas acompañadas de la salsa de vino blanco con cebolla.
Cómo acompañar las longanizas o salchichas al vino blanco

Servimos las salchichas en salsa acompañadas de arroz blanco y con pan (mucho pan porque no querréis dejar nada de esta deliciosa salsa de vino blanco).
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