El tarator es una sopa fría típica de Bulgaria y otros países de los Balcanes, que viene a ser como una prima lejana del gazpacho, pero con yogur y pepino como protagonistas. Es ligera, fresquísima y muy fácil de preparar, lo que la convierte en una opción ideal para los días en los que no apetece complicarse nada.
Se mezcla todo en un bol, se enfría y listo. Además, lleva ajo, un chorrito de aceite de oliva, nueces si queremos y eneldo, que le da ese toque aromático que engancha.
Receta de sopa Tarator
Ingredientes
- 500 g de yogur natural (aproximadamente 2 vasos grandes)
- 250 ml de agua fría (1 vaso)
- 1 pepino grande (unos 250 g)
- 1 diente de ajo
- 2 cucharadas de nueces trituradas (opcional)
- 2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
- 1 cucharada de vinagre o zumo de limón
- 1 cucharada de eneldo fresco picado (puede ser seco)
- Sal al gusto
Cómo hacer tarator búlgaro
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Pelamos el pepino, lo rallamos o picamos muy fino y lo dejamos escurrir un poco si suelta mucho líquido. Machacamos el ajo en un mortero con un poco de sal hasta que quede una pasta.
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En un bol grande, mezclamos el yogur con el agua fría hasta que tenga una textura más líquida, como la de una sopa ligera. Añadimos el pepino picado, el ajo, el vinagre o limón, las nueces (si usamos), el aceite y el eneldo.
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Removemos bien y ajustamos la sal. Dejamos enfriar en la nevera al menos una hora antes de servir. Si lo queremos más líquido, podemos añadir un poco más de agua fría justo antes de llevar a la mesa.
El tarator es de esas sopas que sorprenden por lo simples que son, pero lo bien que funcionan. Una receta rápida, refrescante y perfecta para el verano.
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