Los refrescos azucarados son por lo general la bebida preferida de los peques. Su sabor atrae a niños (y adultos) de todas las edades. La niña de una amiga mía se desespera por tomar refrescos e incluso, coge el vaso de su madre (o de cualquier persona presente) para robar un sorbo a escondidas. Pero… ¿alguna vez os pusisteis a pensar cuál es el efecto de los refrescos en el peso de los niños?
Reuters Health publicó un estudio realizado por la doctora Laura Fiorito de la Pennsylvania State University en el cual se relaciona el consumo de refrescos azucarados, zumos de fruta y bebidas deportivas a los 5 años con una mayor grasa corporal durante los siguientes diez años. Si queréis conocer los pormenores de este estudio, no dejéis de leer este post…
Durante su investigación, la Dra. Fiorito y su equipo estudiaron a 166 niñas no hispanas de entre 5 y 15 años y constataron que el peso y la grasa corporal de las niñas que consumían leche o zumo 100% natural no variaban sin importar la cantidad ingerida.
Por el contrario, aquellas pequeñas que bebían dos o más bebidas azucaradas al día contaban con un mayor porcentaje de grasa corporal y peso, percibiéndose una tendencia a la obesidad en comparación con quienes bebían menor cantidad de refrescos. Vale la pena aclarar que un alto porcentaje de grasa corporal durante la adolescencia se vincula con el sobrepeso y otros problemas de salud como deficiencias cardíacas y diabetes.
Los resultados de las investigación arrojaron que cerca del 39% de quienes consumían dos o más bebidas azucaradas padecían sobrepeso infantil (a los 5 años), en contraposición con quienes bebían menos de un refresco diario en cuyo caso el porcentaje descendía a 16. También se encontró un nivel más alto de sobrepeso adolescente (15 años) en consumidoras habituales de refrescos (32%) que entre quienes los consumen esporádicamente (19%).
Disminuir el consumo de bebidas azucaradas por parte de nuestros hijos es luchar por su salud actual y futura. Combatamos el sobrepeso y la obesidad infantil dándoles a nuestros peques agua y leche reducida en grasa junto con una variada y nutritiva alimentación infantil.
Fuente: Diariosalud
Imagen: David Denis