No sé tú, pero en casa cuando hay acelgas en la nevera y no apetece mucho pensar, lo típico es acabar haciéndolas con patata. Pero el otro día, sin muchas ganas de guisar, probé a hacer esta sopa de acelgas y oye… queda buenísima. No tiene ninguna complicación, es de esas recetas de cuchara suaves, que entran bien sin darte la tarde en la cocina. Solo necesitas cuatro cosas que seguro tienes ya por casa y en media hora tienes un primer plato que puedes repetir incluso al día siguiente.
Lo bueno es que no lleva ni nata ni cosas raras. Solo acelgas, patata, un poco de cebolla, y si tienes pan del día anterior, ya lo bordas con unos picatostes caseros.
Receta de sopa de acelgas
Ingredientes
- 1 manojo de acelgas (con hojas y pencas
- 1 patata mediana
- 1/2 cebolla
- 1 diente de ajo
- 750 ml de caldo de verduras (o agua con sal, si no tienes caldo)
- 2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
- Sal y pimienta al gusto
- Picatostes caseros (si te animas a hacerlos, genial; si no, sin ellos también está rica)
Cómo hacer sopa de acelga
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Lo primero: lava bien las acelgas, quítales la tierra y separa las hojas de las pencas. Córtalo todo en trozos medianos.
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Pela la patata, la cebolla y el ajo. No hace falta picarlos muy fino.
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En una olla, calentamos el aceite y sofreímos el ajo y la cebolla a fuego medio durante unos minutos.
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Añadimos la patata, las pencas de acelga y el caldo. Llevamos a ebullición.
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Tras 10 minutos de cocción, añadimos las hojas de acelga y dejamos que se cocine todo junto 10-15 minutos más, hasta que la patata esté tierna.
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Salpimentamos al gusto y servimos caliente, con picatostes si queremos un extra de textura.
Consejos para hacer sopa de acelgas
- No cortes las hojas muy pequeñas, que se vean en el plato. Eso le da ese aspecto de sopa “de verdad”.
- Si haces los picatostes caseros, usa pan del día anterior y saltéalos con aceite y ajo en polvo. Al horno o en sartén, tú eliges.
- Esta sopa se puede guardar en la nevera y al día siguiente está casi mejor. Solo tienes que calentar y listo.
- Si la quieres un poco más espesa, añade más patata o un poco de calabacín
Además de ser fáciles de cocinar, las acelgas son ricas en fibra, hierro, ácido fólico y vitamina K, así que incluirlas en el menú semanal es una forma sencilla de sumar nutrientes sin complicarse la vida.
Más recetas con acelgas que te van a venir bien
Si ya tienes acelgas en casa, aprovecha para probar otras recetas igual de sencillas. Las acelgas con patatas son ese plato rápido y de siempre que nunca falla. El guiso andalua de garbanzos con acelgas te salvan una comida completa sin pensar mucho. Una tortilla de acelgas te sirve tanto para cenar como para llevar en táper, y si te apetece algo con un toque más especial, unas acelgas con bechamel gratinadas al horno hacen que todo el mundo se las coma sin rechistar. Y si en casa hay peques o alguien con cierta fobia a las hojas verdes, una crema de acelgas suave y bien triturada puede ser la mejor forma de empezar a cogerles el gusto sin darse cuenta.