Consejos para cocinar con limón
Usar bien el limón puede marcar la diferencia entre un plato plano y uno con vida. Aquí tienes algunos consejos prácticos para aprovecharlo al máximo en tus recetas:
1. Usa la ralladura, no solo el zumo
La piel del limón (la parte amarilla) tiene muchísima más intensidad aromática que el zumo. Úsala para dar sabor a masas, bizcochos, salsas o vinagretas. Eso sí, solo si el limón es ecológico o está bien lavado.
2. Mézclalo con grasa para equilibrar
El ácido del limón combina de maravilla con mantequilla, aceite de oliva o nata. En una salsa, por ejemplo, un poco de limón ayuda a cortar la grasa y equilibrar sabores.
3. Añádelo al final si buscas frescor
Si lo cocinas demasiado, el limón pierde su aroma y se vuelve amargo. Para platos como cremas, pescados o verduras, es mejor añadir el zumo o la ralladura justo antes de servir.
4. Para que suelte más zumo, ruédalo
Antes de exprimirlo, hazlo rodar presionando ligeramente sobre la encimera. Así se ablanda y obtendrás más zumo con menos esfuerzo.
5. No mezcles con lácteos sin cuidado
El ácido del limón puede cortar la leche o la nata si se mezcla en frío. Si vas a usarlo, hazlo en pequeñas cantidades o intégralo en una cocción para evitar que se corte.
Beneficios del limón
- Más allá del sabor, el limón es uno de los ingredientes más completos desde el punto de vista nutricional:
- Rico en vitamina C, fundamental para el sistema inmunitario y la absorción de hierro.
- Propiedades digestivas y alcalinizantes, especialmente en infusiones o con agua tibia en ayunas.
- Efecto antioxidante, gracias a los flavonoides y compuestos fenólicos que contiene.
- Refresca, desengrasa y realza otros sabores, con muy pocas calorías