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La calabaza es una de esas cosas que marcan el cambio de estación: empiezan a aparecer por todas partes, en cremas, bizcochos y, cómo no, en bollos. Estos bollos de calabaza dulces son tiernos, con un color precioso y un sabor suave que encanta tanto a niños como a mayores.
Nada huele más a otoño que el aroma de unos bollos de calabaza caseros recién horneados. Son perfectos para desayunos o meriendas y, si te apetece darles un toque divertido, puedes decorarlos como pequeñas calabazas para Halloween. Te aseguro que desaparecen antes de que se enfríen.
Receta de bollos de calabaza dulces
Ingredientes
- 300 g de puré de calabaza (aprox. 400 g de calabaza cruda)
- 500 g de harina de fuerza (4 tazas)
- 7 g de levadura seca de panadería (1 sobre)
- 100 ml de leche templada (½ vaso)
- 1 huevo
- 50 g de miel (2 cucharadas colmadas)
- 40 g de azúcar (2 cucharadas)
- 60 g de mantequilla blanda (4 cucharadas)
- ½ cucharadita de canela en polvo
- 1 cucharadita de extracto de vainilla
- 1 pizca de sal
- Un poco de leche para pintar los bollos
- Almendras o ramitas de canela para decorar el tallo
Cómo hacer bollos de calabaza dulces
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Cocemos 400 g de calabaza troceada durante 15 minutos o hasta que esté tierna. Escurrimos bien y trituramos hasta obtener 300 g de puré.
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En un cuenco, mezclamos 100 ml de leche templada con 7 g de levadura seca y una cucharadita de azúcar. Dejamos reposar 10 minutos.
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Incorporamos el puré de calabaza, 50 g de miel, 40 g de azúcar, 60 g de mantequilla, 1 huevo, vainilla, canela y una pizca de sal. Mezclamos bien.
Añadimos poco a poco los 500 g de harina y amasamos hasta que la masa quede suave y elástica.
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Tapamos y dejamos levar en un bol engrasado durante 1 hora, hasta que doble su tamaño.
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Desgasificamos, dividimos en 10 porciones y formamos bolitas.
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Para darles forma de calabaza, las atamos suavemente con hilo de cocina en 8 secciones.
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Colocamos en una bandeja con papel de horno, cubrimos y dejamos reposar 30 minutos.
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Pincelamos con leche y horneamos a 180 ºC durante 18-20 minutos, hasta que estén dorados.
Una vez fríos, retiramos los hilos y colocamos una almendra o clavo en el centro como tallo.
Bollitos de calabaza en freidora de aire
- Preparamos la masa igual que antes.
- Cuando hayan levado, precalentamos la freidora a 160 ºC.
- Cocinamos los bollos durante 10-12 minutos sobre papel de hornear, en tandas pequeñas.
- Dejamos enfriar sobre una rejilla antes de servir.
Consejos para unos bollos de calabaza esponjosos
- Si la miel es muy espesa, caliéntala unos segundos antes de añadirla a la masa.
- La miel sustituye parte del azúcar, pero si te gustan más dulces, puedes aumentar el azúcar a 60 g.
- Puedes usar harina mitad de fuerza y mitad de todo uso si prefieres una miga más blanda.
- Si los haces con los peques, deja que se encarguen de formar las bolitas o de poner el “tallo”.
- Para conservarlos, guárdalos en una caja metálica o recipiente hermético; se mantienen tiernos varios días gracias a la miel.
Cómo acompañarlos
Estos bollos de calabaza combinan genial con mantequilla, mermelada o queso fresco. También puedes abrirlos por la mitad y rellenarlos con crema de avellanas, nata montada o simplemente un poco más de miel.
Preparar estos bollitos o panecillos de calabaza dulces es una de esas cosas que hacen que el otoño merezca la pena. Mientras la masa leva y el horno empieza a soltar ese aroma a miel y canela, ya sabes que te esperan unos bollitos tiernos y dorados, perfectos para acompañar un vaso de leche caliente o un café en buena compañía.
Además, la calabaza da muchísimo juego en la cocina. Si te ha sobrado puré, puedes aprovecharlo para hacer un bizcocho de calabaza asada esponjoso, unas galletas de calabaza y avena que encantan a los niños o una crema de calabaza y zanahoria para la cena. Y si te apetece algo más original, prueba la tarta de calabaza o pumpkin pie estilo americano o unas magdalenas de calabaza y chocolate.
Sea cual sea la receta que elijas, todas tienen algo en común: ese sabor suave y ligeramente dulce que hace que la calabaza se convierta en la reina del otoño:
