Ya os hemos contado cómo preparar Huesos de Santo en un intento de que vuestros hijos también conozcan la gastronomía española en la celebración del 1 de noviembre (además de las tradicionales recetas de Halloween que nos inundan estos días), por eso en estas fechas no podíamos dejar de hablar de otros huesos: los de Huesos de San Expedito.
Su origen se asocia al culto a San Expedito, el 19 de abril, un santo muy venerado en Sevilla, y su receta es sencilla: una masa de harina, vino blanco, aceite de oliva y azúcar que se moldea en forma de pequeños huesos y se hornea hasta quedar dorada. Algunos los espolvorean con azúcar glas o los bañan en almíbar, y el resultado es un dulce crujiente, humilde y con todo el sabor de la repostería andaluza más tradicional.
Estos dulces también se elaboran y venden en las semanas cercanas a Todos los Santos y los Difuntos, junto con otros dulces de temporada como las gachas dulces o los pestiños.
Receta de Huesos de San Expedito
Ingredientes
- 1 yema huevo
- 1 huevo entero
- 2 cucharada azúcar
- 1 cucharada aguardiente
- 250 g harina
- 1 cucharadita levadura
- 300 ml aceite
Cómo hacer huesos de San Expedito
- Batir la yema, el huevo y el azúcar hasta que blanquee.
- Añadir el aguardiente e incorporarlo completamente.
- Mezclar la harina con la levadura en un cuenco y verter en el centro la mezcla de los huevos.
- Ir incorporando la harina hasta conseguir una masa uniforme.
- Engrasar un bol ligeramente y dejar reposar en él la masa durante media hora.
- Sobre una superficie de trabajo, formar cilindros con la masa de aproximadamente un cm de grosor y siete u ocho cm de largo.
- Hacer una pequeña incisión en los extremos de cada hueso y freírlos en aceite caliente hasta que doren.
- Escurrir y dejar enfriar.
Consejos para hacer huesos de San Expedito
- Usa un buen aceite de oliva suave: El aceite es uno de los ingredientes principales, así que conviene elegir uno de sabor suave (tipo arbequina) para que no eclipse el dulzor del vino y el azúcar.
- Calienta el aceite con cáscara de limón: Un truco muy típico es aromatizar el aceite antes de usarlo. Basta con calentarlo con una tira de piel de limón y dejarlo templar. Aporta un aroma delicado y más tradicional.
- No te pases con el vino blanco: El vino da sabor y ayuda a que la masa quede crujiente, pero si te pasas, los huesos pueden abrirse al hornear. Añádelo poco a poco hasta que la masa se pueda trabajar sin pegarse.
- Amasa lo justo: No hace falta trabajar la masa en exceso, solo hasta integrar bien los ingredientes. Cuanto más se amasa, más duros pueden quedar después de horneados.
- Forma los huesos del mismo tamaño: Así se hornearán de manera uniforme. Puedes darles forma alargada con las manos o con ayuda de una manga pastelera si prefieres un acabado más fino.
- Controla el horneado: Hornéalos a unos 180 °C hasta que estén dorados. Si los dejas demasiado tiempo, se endurecen. Lo ideal es que queden crujientes por fuera pero algo tiernos en el centro.
- El toque final: azúcar o almíbar: Una vez fríos, puedes espolvorearlos con azúcar glas o pasarlos por un almíbar ligero. En algunas versiones sevillanas se bañan brevemente en miel caliente para un acabado brillante
Preparar huesos de San Expedito es una forma sencilla y deliciosa de mantener viva una tradición sevillana que se remonta a siglos atrás. Estos dulces, tan ligados al culto popular el día de San Expédito y a las celebraciones de Todos los Santos, siguen ocupando un lugar especial en muchas mesas del sur.
Si te gusta la repostería tradicional, aprovecha estas fechas para acompañarlos con otras recetas típicas como los huesos de santo, las gachas dulces o unos buñuelos de viento recién hechos. Porque hay sabores que, por mucho que pasen los años, nunca deberían perderse:




































