Roscos de vino caseros (dulce tradicional de Navidad)
| 6 votos
Cargando...
Los roscos de vino son unos dulces navideños tradicionales de Andalucía, concretamente de Málaga, aunque en La Mancha hay unos dulces similares también.
Estos roscos de vino caseros se diferencian de otros dulces de Navidad como polvorones o mantecados, por su intenso sabor a vino dulce y anís, además de otras especias como la matalahúva o el ajonjolí, de marcado sabor, que le aportan ese toque tan diferente.
Además estos roscos navideños son muy fáciles de hacer, y en apenas media hora los tendrás listos.
Ingredientes
Para 16 roscos de vino
- 200 g de harina de trigo
- 100 g de harina de almendra (puedes comprar aquí)
- 75 g de azúcar
- 75 g de manteca de cerdo
- 20 g de anís dulce (puedes comprar aquí)
- 75 g de Pedro Ximénez, Moscatel o vino dulce de Málaga (puedes comprar aquí)
- 2 cucharaditas de canela molida (puedes comprar aquí)
- 1 cucharadita de matalaúva o anís verde (puedes comprar aquí)
- 2 cucharaditas de ajonjolí o sésamo tostado (puedes comprar aquí)
- ralladura de 1/2 limón
- 75 g de azúcar glass
Cómo hacer roscos de vino de Málaga al horno
Tostamos la harina
- Primero secamos y tostamos la harina. Podemos hacerlo en una sartén o al horno.
- Si lo hacemos al horno extendemos la harina en la bandeja del horno a 150º C durante aproximadamente 20 minutos, y vamos abriendo el horno de vez en cuando para remover. Estará lista cuando la harina comience a tomar un ligero color y es un polvo seco y sin grumos. Sacamos del horno y dejamos que se enfríe completamente.
- Si lo hacemos en una sartén ponemos la harina en una sartén ancha al fuego durante unos 10-15 minutos, y vamos moviendo a medida que la harina se va tostando, evitando que se queme. Retiramos y dejamos que se enfríe completamente.
- Realizamos el mismo proceso con la almendra molida, aunque en este caso debe quedar más tostada
- Esto se hace para secar la harina y porque así la textura de los roscos de vino queda más fina.
- Si no hemos comprado el ajonjolí o sésamo tostado, podemos tostarlo en una sartén durante unos minutos, hasta que esté dorado, pero mucho cuidado porque si se quema amarga mucho.
Aromatizamos la manteca de cerdo
- Mientras la harina se enfría ponemos la manteca a calentar en una sartén a fuego medio, y cuando esté caliente añadimos el anís verde o matalahúva.
- Retiramos del fuego inmediatamente y dejamos que se temple.
- Cuando se haya templado lo colamos.
Hacemos la masa de los roscos
- Tamizamos la harina y la almendra molida, y añadimos el azúcar, la canela, el ajonjolí o sésamo tostado, la ralladura de limón, la sal, el anís y el vino dulce.
- Mezclamos los ingredientes y añadimos la manteca templada y colada poco a poco. Vamos mezclando con una espátula o cuchara de madera. Nos quedará una textura un poco granulosa.
- Cuando se haya mezclado amasamos con las manos hasta que consigamos una masa compacta.
- Tapamos con papel film y dejamos que repose un par de horas.
- Precalentamos el horno a 200ºC.
- Estiramos la masa con ayuda de un rodillo y unas guías para que tenga aproximadamente 1,5 cm de altura.
- Una vez estirada, cortamos los roscos con ayuda de un cortapastas grande y un pequeño, o con un cortador de roscos como este.
- Mezcla toda la masa sobrante, estira de nuevo y corta. Repite hasta que se acabe la masa.
Horneamos
- Precalentamos el horno a 180ºC
- Ponemos los roscos en una bandeja cubierta con papel de horno.
- Horneamos con calor arriba y abajo sin ventilador, durante aproximadamente 15 minutos o hasta que estén dorados.
- Retiramos del horno y dejamos que se templen ligeramente sobre una rejilla.
Rebozamos en azúcar glass
- Una vez templados los rebozamos en azúcar glass dos o tres veces, hasta que queden blancos.
¿Se puede utilizar aceite de oliva en lugar de manteca de cerdo ?
- Sí, y de hecho es habitual también en esta receta, pero hemos preferido usar manteca de cerdo porque nos gusta más la textura que queda una vez fríos. Si prefieres hacerlo con aceite de oliva te recomendamos usar un aceite de oliva de sabor suave, y freír el aceite con una piel de limón y la matalahúva, para que no vaya en crudo, porque el aceite de oliva aporta mucho sabor a la repostería.
- También es posible que tengas que poner unos 5 minutos más el tiempo de horno para que se queden bien hechos por dentro.
¿Qué vino es mejor para los roscos de vino?
- A mi me gusta mucho utilizar vino dulce de Málaga o Moscatel, aunque con Pedro Ximénez también están muy buenos, pero su sabor difiere un poco de los tradicionales roscos de vino navideños a los que estamos acostumbrados.
¿Se pueden añadir otros sabores?
- Como en cualquier receta popular, cada maestrillo tiene su librillo, y seguro que cuando los hagas un par de veces, irás experimentando. Puedes cambiar por ejemplo la ralladura de limón por ralladura de naranja, añadir cacao, cambiar el vino dulce por otro vino como el vino de naranja o algún licor…
- También se suele poner harina de avellanas en lugar de harina de almendras, aunque es más difícil de conseguir. Puedes comprar avellanas tostadas y molerlas tú mismo.
¿Por qué se agrieta la masa?
- Si se te rompe la masa de los roscos de vino es porque tienes que añadir un poco más de grasa o aceite.
¿Cómo conservar los roscos de vino?
- Consérvalos en un envase hermético cerrado. Si los quieres dar como regalo puedes envolverlos en papel encerado con caja como ésta
¿Qué te han parecido estos roscos de vino tradicionales? Acompáñalos de un poco de vino dulce de Málaga, o, aunque no es lo más habitual, te animamos a probarlos con un poco de Glühwein o vino caliente especiado alemán ¡verás cómo repites!
El territorio español tiene infinidad de recetas de postres navideños tradicionales. Sin ir más lejos, también son típicos de Málaga en esta época, los borrachuelos malagueños. Otros dulces tradicionales son los alfajores de almendra andaluces, los almendrados, los Cortadillos de Cidra, el Pan de Cádiz o el Pan de Higo.
Algunos enlaces aquí publicados son de afiliados. No obstante los artículos recomendados responden a una decisión de criterio del equipo de Pequerecetas, no existiendo ningún incentivo por parte de las marcas.
){kind=link}