Consejos para cocinar con acelgas
Si vas a preparar recetas con acelgas, hay algunos trucos sencillos que te pueden venir bien para que queden más ricas y fáciles de trabajar:
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Separa hojas y pencas: las hojas se cuecen mucho más rápido que las pencas, así que conviene cocinarlas por separado o añadir las hojas al final de la cocción.
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No hace falta cocerlas demasiado: basta con 5-7 minutos de cocción para las hojas, y unos 10-15 para las pencas. Así conservan mejor el color y los nutrientes.
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Aprovecha todo: las pencas no se tiran. Puedes rebozarlas, gratinarlas o usarlas en croquetas y rellenos.
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Cocción al vapor o salteado: si no quieres que pierdan color ni textura, el vapor o un buen salteado con ajo y aceite de oliva son de las mejores formas de cocinarlas.
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Congélalas bien escurridas: si compras acelgas frescas y no vas a usarlas pronto, blanquéalas un par de minutos, escúrrelas bien y congélalas para tenerlas siempre a mano.
Beneficios de las acelgas
Las acelgas son una verdura ligera, rica en agua, fibra y con muy pocas calorías. Destacan por su contenido en vitamina K, esencial para los huesos y la coagulación, y también aportan ácido fólico, hierro, potasio y magnesio. Gracias a su efecto saciante y su bajo contenido en grasa, son ideales para platos ligeros que no dejan con hambre. Incluir acelgas en tus comidas es una forma fácil de sumar nutrientes sin complicarte la vida.