Consejos para cocinar carne picada y que quede jugosa y con sabor
Qué carne picada elegir según la receta
No todas las carnes picadas se comportan igual. Para platos como albóndigas, hamburguesas o filetes rusos, va mejor una mezcla de carne magra y grasa (por ejemplo, ternera con un poco de cerdo) para que queden jugosos. Si prefieres una opción más ligera, puedes usar carne picada de pollo o pavo, aunque en ese caso conviene añadir algo de cebolla, huevo o pan remojado para que no se sequen.
Cómo cocinar la carne picada sin que quede apelmazada
Uno de los errores más comunes es echar la carne a la sartén y remover sin dejar que se cocine bien. Lo ideal es calentar primero la sartén con un poco de aceite y no moverla enseguida. Deja que se dore por un lado antes de romperla con la espátula. Así se forman trocitos dorados con más sabor y no se queda cocida como si fuera un guiso.
Si vas a hacer una salsa (tipo boloñesa o chili), puedes añadir un poco de vino, tomate triturado o caldo justo después de dorarla para que absorba más sabor.
Cuándo sazonar la carne picada
Si la vas a usar directamente para cocinar en salsa o en un sofrito, puedes salpimentarla en la sartén mientras se cocina. Pero si vas a formar albóndigas, hamburguesas o rellenos, es mejor mezclar los condimentos antes, junto con el resto de ingredientes. No te olvides de la sal, pero también puedes probar con ajo en polvo, perejil, comino, curry o pimentón, según el plato.
Cómo conservar la carne picada en casa
La carne picada es muy delicada y debe cocinarse lo antes posible. Si no la vas a usar el mismo día, guárdala en la parte más fría de la nevera, bien tapada. También se puede congelar sin problema: lo ideal es dividirla en porciones planas y envasarla bien para que no coja escarcha. Para descongelarla, pásala a la nevera con antelación o usa el modo de descongelar del microondas, pero cocínala enseguida.
¿Se puede cocinar directamente congelada?
Sí, aunque no es lo ideal si buscas dorar la carne. Si la usas congelada, intenta deshacer el bloque poco a poco en la sartén, con un poco de agua o caldo para que no se queme. Es más recomendable si vas a hacer salsas o platos que se cocinen con líquido.