En cuanto empieza el otoño y cambiamos las sandalias por los jerséis, también cambia lo que nos apetece comer. Se acaban las frutas ligeras del verano y llegan otras más dulces, con más cuerpo y perfectas para los primeros fríos. Las frutas de otoño son las que nos preparan para el invierno sin que nos demos cuenta: más vitamina C, más fibra y mucho sabor.
Además, comprar fruta de temporada no solo es más económico, también sabe mejor. No hay comparación entre una granada recién recogida y una que lleva meses en cámara. Por eso, merece la pena saber cuáles están en su mejor momento y cómo aprovecharlas mientras duran, porque muchas solo las encontramos unas pocas semanas al año.

Frutas de otoño en España
Granada

La granada marca el inicio del otoño. Aparece a finales de septiembre y aguanta hasta diciembre. Es rica en antioxidantes y vitamina C, así que viene de lujo para reforzar defensas cuando empieza el frío.
Lo bueno es que no solo sirve para comerla sola, se pueden hacer muchas recetas con granadas: va genial en ensaladas, yogures o incluso con platos salados. Un truco: para pelar la granada métela abierta dentro de un bol con agua, los granos se sueltan fácil y sin manchar toda la cocina.
En el caso de los niños pequeños, conviene evitar ofrecer los granos enteros antes de los 4-5 años, porque pueden atragantar. Para bebés, se puede aprovechar el zumo natural mezclado con yogur o papillas
Caqui (o kaki)

El caqui llega cuando ya huele a otoño de verdad, entre octubre y diciembre. Tiene una textura suave y un sabor dulce que gusta incluso a quienes no son muy de fruta. Está lleno de fibra y betacarotenos, así que viene bien para la vista y la piel.
Hay dos tipos: el de toda la vida, blando y casi de cuchara, y el persimón, más firme. Si compras los blandos, mejor dejarlos madurar bien. Cuanto más maduros, más dulces y suaves. Para bebés, basta con ofrecer un poco de su pulpa triturada o machacada, sin piel.
Membrillo

El membrillo no se come crudo (o sí, pero cuesta), pero cuando lo cocinas… cambia todo. Su olor llena la cocina y te recuerda que el frío ya está cerca. Es una fruta rica en pectina, ideal para hacer el clásico dulce de membrillo que va de maravilla con queso curado.
Su temporada va de septiembre a noviembre, y aunque parezca una fruta antigua, sigue siendo una de las más aprovechables.
En niños, se puede ofrecer en pequeñas cantidades dentro de compotas o purés caseros, evitando el exceso de azúcar.
Higos y brevas tardías

Los higos cierran la temporada de verano y acompañan los primeros días de otoño. Los de septiembre y octubre son pura miel. Son energéticos, ricos en calcio y fibra, y perfectos para esos días en los que apetece algo dulce pero natural.
En el caso de los niños, los higos se pueden ofrecer a partir del año (pelados y en trozos pequeños o machacados). Si tienes higos muy maduros, puedes hacer una mermelada rápida con un poco de limón y sin azúcar, perfecta para toda la familia
Uvas

Las uvas son un clásico de estas fechas, y no solo por las doce de Nochevieja. De septiembre a noviembre están en su punto, dulces y con piel fina. Contienen resveratrol, un antioxidante natural que ayuda a cuidar el corazón.
Son fáciles de incorporar en ensaladas o postres, pero en el caso de los niños hay que tener cuidado: no deben ofrecerse enteras antes de los 5 años. Siempre deben partirse a lo largo en cuartos y, si es posible, retirar las pepitas.
Para los más pequeños, una opción segura es usarlas peladas en compotas o trituradas en batidos naturales. Si te sobra alguna, puedes preparar una mermelada de uvas casera
Chirimoya

Parece tropical, pero la chirimoya es muy nuestra. Crece sobre todo en la costa granadina y en Málaga, y se recoge entre octubre y enero. Su pulpa es cremosa, dulce y se come fácilmente con cuchara.
Aporta vitamina B6, potasio y magnesio, y además es muy saciante. Es perfecta para niños a partir de los 2 o 3 años, siempre que retiremos bien las semillas, ya que son duras y pueden atragantar. Para bebés, lo ideal es ofrecer la pulpa triturada o machacada, sin pepitas y en poca cantidad, ya que es una fruta bastante saciante.
Cuando está lista, la piel cede un poco al tocarla. Si está dura, basta con dejarla fuera de la nevera un par de días
Mandarinas y naranjas tempranas

Octubre marca el arranque de los cítricos. Las mandarinas llegan justo cuando más falta hace su vitamina C. Son fáciles de pelar, dulces y perfectas para llevar al trabajo o al cole.
En niños pequeños, conviene ofrecer los gajos pelados y sin piel interna para evitar trozos duros o fibras que puedan atragantar.
A finales de otoño aparecen las primeras naranjas. Lo ideal es aprovechar la fruta entera, no solo el zumo, para mantener la fibra y evitar picos de azúcar. Una ensalada con gajos de mandarina y aguacate puede ser una forma fácil de incluirlas en la dieta
Peras de otoño

Las variedades de otoño, como la pera conferencia o la blanquilla, están en su punto entre septiembre y noviembre. Son jugosas, ligeras y muy digestivas.
Puedes comerlas tal cual, pero la mermelada de pera o la compota de pera están espectaculares. Si las combinas al horno con queso o frutos secos, tienes un postre o una cena improvisada de diez.
Kiwi nacional

El kiwi español empieza a verse a partir de noviembre y se queda durante todo el invierno. Aunque se vende todo el año, los de aquí tienen mucho más sabor.
Aporta una dosis enorme de vitamina C y fibra, así que es perfecto para mantener el ritmo y las defensas en forma. Si lo compras duro, déjalo junto a una manzana y verás cómo madura rápido.
Frambuesa

Las frambuesas son de esas frutas que alegran cualquier plato solo con verlas. Pequeñas, rojas y con ese toque entre dulce y ácido, son una de las frutas más completas que hay. Aportan fibra, antioxidantes y vitamina C, y encima apenas tienen calorías.
Aunque solemos asociarlas al verano, en España también se cultivan durante buena parte del otoño, sobre todo en el norte. Si las compras en temporada, verás que son mucho más aromáticas y aguantan mejor sin necesidad de refrigerarlas tanto
Aguacate

El aguacate se ha ganado un sitio fijo en casi todas las cocinas, y no es casualidad. Es cremoso, combina con casi todo y además está lleno de grasas saludables. Da igual si lo tomas en tostadas, ensaladas o guacamole: siempre encaja.
Aunque lo vemos todo el año, su temporada natural en España va del otoño a la primavera. Y cuando llega el momento, se nota. Los aguacates nacionales tienen más sabor y mejor textura, así que merece la pena aprovecharlos en su punto justo de maduración
Beneficios de consumir frutas de otoño
Las frutas de otoño tienen justo lo que necesitamos en esta época: vitamina C para las defensas, fibra para mantener el sistema digestivo activo y antioxidantes que ayudan a cuidarnos por dentro.
Además, al ser de temporada, están en su punto de madurez y conservan mejor sus nutrientes. Comprar productos locales también es una forma sencilla de cuidar el bolsillo y el medio ambiente. Y, lo más importante, saben mucho mejor
Cómo aprovechar las frutas de otoño en casa
Estas frutas dan mucho juego. La mayoría se pueden comer tal cual, pero también son perfectas para cocinar o conservar. Las granadas, los caquis o las mandarinas van genial en ensaladas; los higos y las peras se pueden usar para hacer compotas; y las uvas o chirimoyas son estupendas para postres rápidos.
Para conservarlas mejor, guarda en la nevera las más blandas (como el caqui o el kiwi) y deja fuera las más resistentes (granada, pera o membrillo). Y si tienes fruta muy madura, no la tires: congélala o prepárala al horno con un poco de canela y limón, y tendrás un postre improvisado sin esfuerzo.
Preguntas frecuentes sobre las frutas de otoño
¿Cuáles son las frutas más típicas del otoño en España?
Granadas, caquis, membrillos, higos, uvas, chirimoyas, mandarinas, peras y kiwis nacionales son las más representativas.
¿Qué frutas de otoño ayudan a prevenir resfriados?
Principalmente los cítricos, la granada y el kiwi, por su alto contenido en vitamina C
¿Se pueden congelar las frutas de otoño?
Sí. Lo ideal es trocearlas, retirar piel o semillas y guardarlas en bolsas para usarlas en batidos o compotas.
El otoño pasa volando, y las frutas de temporada también. Aprovecharlas mientras están en su mejor momento es una forma sencilla de comer bien y variado. No hay nada como una granada recién abierta o un caqui maduro para recordar que la fruta, cuando es de verdad de temporada, no necesita más.
Si te gustan los productos de otoño, te recomendamos echar un vistazo a nuestras recetas con calabaza, platos con setas o postres con manzana, ideales para esta época del año.


























































