Si hay un plato que nunca falla con peques, es la pizza. Pero mucho mejor si es casera y sabemos lo que lleva. Aquí tienes algunas versiones fáciles y resultonas.
Si tienes antojo de pizza pero cero ganas de complicarte, estas recetas te lo ponen fácil. Con pocos ingredientes y pasos sencillos, tendrás la cena lista en nada.
¿Quién dijo que la pizza no podía ser ligera? Con ingredientes bien elegidos y algunas ideas diferentes, conseguimos versiones más sanas que siguen estando buenísimas.
El proceso de levado puede ser lo más laborioso al hacer masa de pizza casera. Una buena idea es prepararla con anticipación. Puedes seguir tu receta favorita y dejarla reposar en la nevera, bien tapada con papel film, hasta por 48 horas. Puedes almacenarla entera o dividirla en porciones antes de refrigerarla.
Cómo lograr una base de pizza crujiente
Las pizzas se cocinan mejor en hornos de leña de este tipo que alcanzan altas temperaturas, pero si no tienes uno, puedes utilizar un horno convencional y obtener buenos resultados.
Precalienta el horno a la máxima temperatura (generalmente 250ºC) durante media hora.
Coloca la pizza directamente en el fondo del horno durante unos 10 minutos para que reciba un golpe de calor intenso. Si prefieres no ponerla en el fondo, puedes calentar una bandeja metálica allí y luego colocar la pizza sobre ella.
Después de esos 10 minutos, sube la pizza a la parte media del horno y hornea otros 2-3 minutos para que se dore.
Las piedras para pizza de este tipo también son una excelente opción para lograr una base crujiente.
Cuidado con el exceso de ingredientes
No sobrecargues tu pizza con demasiados ingredientes. Si añades mucho, la masa se empapará y no se cocinará adecuadamente. Es mejor distribuir pocos ingredientes de manera uniforme para evitar que formen capas gruesas.
La salsa de tomate
La salsa de tomate debe ser espesa y con poca agua. Una salsa demasiado líquida empapará la masa, impidiendo que quede crujiente. Asegúrate de no añadir en exceso.
Levadura para pizza
Los pizzeros italianos utilizan masa madre, pero en casa puedes optar por levadura de panadero, ya sea seca activa o fresca prensada. Para una pizza casera más fácil de digerir, usa menos levadura y alarga el tiempo de leudado.
El leudado de la pizza
Deja que la masa leude en un lugar cálido, pero no caliente. En verano, esto no es un problema, pero en invierno puedes calentar el horno a 50°C, apagarlo y colocar la masa adentro. Si preparas la masa por la mañana para usarla en la noche, déjala reposar lejos de corrientes de aire.
Cómo congelar la masa de pizza casera
Si haces mucha masa, puedes congelarla. Prepara la masa y en lugar de dejarla leudar, coloca las porciones en bolsas para congelar y guárdalas en el congelador. Para descongelarla, pásala a la nevera la noche anterior. Al día siguiente, por la mañana, colócala en un cuenco cubierto con un paño y deja que leude hasta que esté lista para cocinar por la noche.
Aquí puedes ver paso a paso cómo hacer masa de pizza casera: