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Cuando llega el otoño y bajan las temperaturas, el cuerpo pide platos más templados y comidas de cuchara. Igual que cambian las frutas de otoño —como las granadas, los caquis o los higos— también lo hace la huerta. Aparecen las calabazas, los puerros, las setas y las coles, y con ellas vuelven los guisos y las cremas que más apetecen en esta época.
Las verduras de otoño son las más sabrosas del año. Están en su punto justo de madurez, conservan todos sus nutrientes y, además, suelen ser más económicas. Si compras frutas y verduras de temporada, ganas en sabor, en salud y también en sostenibilidad
Verduras de otoño en España
Calabaza
La calabaza es la reina indiscutible del otoño. Dulce, versátil y fácil de cocinar, sirve tanto para cremas como para bizcochos o guarniciones. Rica en betacarotenos y fibra, ayuda a cuidar la vista y la piel.
Desde septiembre hasta enero está en su mejor momento, y se conserva muy bien durante semanas. Puedes asarla, cocerla o incluso hacerla en freidora de aire para una textura más ligera.
Setas y boletus
Otoño y setas van de la mano. Es la época fuerte de los boletus, níscalos, champiñones y otras variedades locales.
Las setas son ricas en minerales, bajas en calorías y perfectas para salteados, arroces o revueltos. Si las compras frescas, procura limpiarlas con un paño húmedo (no las pongas bajo el grifo).
Y si no tienes tiempo de ir al monte, las setas deshidratadas son una opción práctica que conserva bien el sabor.
Espinacas
En otoño vuelven las hojas verdes tiernas y sabrosas. Las espinacas están llenas de hierro, ácido fólico y antioxidantes, y se adaptan a todo: tortillas, cremas, salteados o incluso crudas en ensaladas.
El truco está en cocinarlas poco tiempo para que no pierdan color ni textura. También se pueden escaldar, escurrir y congelar para tener siempre a mano.
Acelgas
Otra verdura de hoja que alcanza su mejor punto en otoño. Las acelgas son económicas, muy nutritivas y digestivas.
Aportan hierro, calcio y vitamina K, y se pueden preparar cocidas, rehogadas con ajo o en potajes. Una idea práctica: separar las hojas de las pencas y cocinarlas por separado; así controlas mejor los tiempos y no se deshacen.
Berenjenas
Aunque suelen verse en verano, la berenjena sigue dando buenos frutos durante septiembre y parte de octubre. Es rica en antioxidantes y fibra, con muy pocas calorías.
Al horno, en lasañas vegetales o rellenas, es una apuesta segura. Para quitar el amargor, basta con dejarla cortada con un poco de sal unos minutos antes de cocinarla.
Coliflor
A partir de octubre empieza la temporada fuerte de coliflor, y se nota en el precio y en el sabor. Es rica en vitamina C y potasio, y se digiere mejor si se cocina al vapor o asada en lugar de hervida.
Una buena opción es usarla para preparar un puré de coliflor suave o para hacer una “falsa bechamel” más ligera. También puedes hacerla en freidora de aire para evitar el olor de la cocción.
Brócoli
Otra verdura que brilla en otoño. El brócoli aporta más vitamina C que una naranja y es una de las verduras con más antioxidantes.
Lo ideal es cocinarlo poco tiempo: al vapor o en ensalada, para mantener su textura y color verde intenso. Combina bien con queso, frutos secos o salsa de yogur.
Pimiento
En otoño todavía se encuentran pimientos de final de temporada, especialmente los rojos y amarillos. Son ricos en vitamina C y antioxidantes, y su sabor dulce se intensifica cuando se asan.
Puedes aprovecharlos para preparar pimientos asados al horno, rellenos o añadirlos a guisos y arroces. Los de temporada son más carnosos y aguantan mejor la cocción
Puerros
Empiezan en otoño y se mantienen todo el invierno. Su sabor suave los hace perfectos para caldos, cremas o quiches.
Los puerros aportan fibra, vitaminas del grupo B y un toque dulce natural que da mucho juego en la cocina. Si te sobran, se pueden congelar cortados y limpios para tener siempre listos para sofritos o sopas.
Apio
El apio alcanza su mejor punto en otoño. Su sabor fresco y ligeramente amargo lo hace ideal para caldos, cremas o como base de guisos.
Es rico en agua, potasio y fibra, y ayuda a depurar el organismo. Se puede aprovechar todo: los tallos para caldos y ensaladas, y las hojas picadas como condimento
Boniato
El boniato (o batata) es una raíz dulce y cremosa que empieza a verse en octubre. Es perfecto para asar, hacer cremas o preparar purés.
Aporta hidratos complejos, fibra y betacarotenos, por lo que es una alternativa más nutritiva que la patata en algunos platos. En casa suele triunfar simplemente asado al horno, con un poco de aceite y canela
Col y repollo
De octubre a marzo encontramos coles de todo tipo: blanca, lombarda, rizada o repollo. Son ricas en fibra, calcio y vitamina K, y ayudan a fortalecer el sistema inmunitario.
Crudas en ensaladas o cocinadas en guisos, son un básico de esta época. Si te sienta mal, prueba a escaldarlas unos segundos antes de cocinarlas: así resultan más digestivas.
Lechuga
Durante el otoño vuelven las variedades más tiernas de lechuga, sobre todo la romana y la hoja de roble. Aunque se encuentra todo el año, las de temporada tienen más sabor y menos agua.
Son perfectas para combinar con frutas de otoño como la granada o la pera en ensaladas de otoño. Conviene lavarlas y secarlas bien antes de guardarlas para que no se estropeen
Rábano
Pequeño pero potente, el rábano aporta un toque picante y fresco que alegra cualquier ensalada. Es bajo en calorías y rico en vitamina C y antioxidantes.
Su temporada va de septiembre a noviembre. Se puede comer crudo, rallado o en rodajas finas, y combina bien con yogur, queso fresco o aguacate
Zanahorias
Aunque están casi todo el año, las zanahorias de otoño son más dulces y firmes. Son fuente de betacarotenos y antioxidantes, ideales para sopas, cremas o en bizcocho.
Se conservan muy bien en la nevera, y si las pelas justo antes de cocinarlas mantienen mejor sus nutrientes.
Nabo
El nabo es una raíz humilde pero muy versátil. Desde octubre hasta febrero está en su punto. Tiene un sabor suave y algo dulce cuando se cocina, y es una buena base para sopas, guisos o purés.
Aporta fibra y pocas calorías, y se puede usar como sustituto de la patata en platos de cuchara más ligeros. Si se cuece demasiado, puede perder textura, así que conviene añadirlo al final de la cocción.
Hinojo
El hinojo es una verdura algo olvidada, pero muy interesante. Su bulbo tiene un sabor suave con un toque anisado, ideal para ensaladas, cremas o en infusión.
Está en su mejor momento desde octubre hasta enero, y además ayuda a la digestión. Si nunca lo has probado, empieza salteándolo con un poco de aceite y limón: sorprende lo bien que combina con otras verduras
Beneficios de las verduras de otoño
Las verduras de otoño ayudan a reforzar el sistema inmune, aportan vitaminas A, C y K, y mejoran la digestión gracias a su contenido en fibra.
Además, al estar en su punto justo de maduración, tienen más sabor y se aprovechan mejor los nutrientes. Son saciantes, ligeras y se adaptan tanto a recetas sencillas como a platos más elaborados
Cómo aprovechar las verduras de otoño en casa
Lo bueno del otoño es que muchas de estas verduras se pueden cocinar juntas: una crema de calabaza y zanahoria, un salteado de espinacas y setas o una hamburguesa de coliflor y brócoli.
Para conservarlas, guarda las de hoja en bolsas transpirables y las de raíz o bulbo (como zanahorias o puerros) en el cajón de la nevera. Si te sobran verduras cocidas, puedes triturarlas y hacer una crema para otro día.
Y si te animas, prueba a asarlas todas juntas con un poco de aceite y hierbas: es la forma más fácil de aprovechar lo mejor de la temporada sin complicarte.
Preguntas frecuentes sobre las verduras de otoño
¿Cuáles son las verduras más típicas del otoño en España?
Las más representativas son la calabaza, las setas, las espinacas, las acelgas, la coliflor, el brócoli, los puerros, las distintas variedades de col (blanca, lombarda o rizada) y las zanahorias.
También se empiezan a ver las alcachofas tempranas y algunas raíces como los nabos o chirivías, que aunque se consumen menos, aportan mucho sabor a los guisos y cremas. Todas ellas alcanzan en estos meses su mejor punto de sabor y textura
¿Qué verduras son mejores para cremas y purés?
La calabaza, el puerro, la coliflor, el brócoli y la zanahoria son las más utilizadas para preparar cremas suaves y ligeras. Se pueden combinar entre sí para variar el sabor y la textura: por ejemplo, calabaza con zanahoria, o brócoli con puerro.
Si quieres que queden más cremosas sin añadir nata, puedes usar una patata pequeña o un chorrito de leche evaporada. Y si prefieres una textura más rústica, basta con triturar menos o añadir trocitos de verduras salteadas al final.
¿Qué verduras de otoño son buenas para los niños?
Las más suaves en sabor y digestión suelen ser la calabaza, la zanahoria, las espinacas cocidas y el puerro. Estas se pueden ofrecer desde edades tempranas, siempre cocinadas y adaptadas a la textura adecuada.
Para niños que comen ya trozos, puedes preparar verduras asadas o en forma de mini hamburguesas vegetales. Y si cuesta que las acepten, mezclarlas con legumbres o pasta suele funcionar muy bien: unas lentejas con calabaza o un pasta con brócoli ligera son una apuesta segura
¿Se pueden congelar las verduras de otoño?
Sí, la mayoría se pueden congelar sin problema, pero conviene prepararlas bien. Lo ideal es blanquearlas (hervirlas uno o dos minutos y pasarlas a agua fría) antes de guardarlas, para mantener mejor el color y la textura.
Las verduras de hoja, como las espinacas o las acelgas, deben escurrirse bien antes de congelar. Las más duras, como la calabaza o el brócoli, se pueden guardar en trozos ya listos para cocinar. Así tendrás siempre a mano la base para una crema o un salteado rápido.
¿Por qué es mejor comprar verdura de temporada?
Las verduras de hoja (espinacas, acelgas, coles) se conservan mejor en la nevera, dentro de bolsas transpirables o envueltas en papel de cocina para absorber la humedad.
Las de raíz, como zanahorias o nabos, aguantan semanas si se guardan en el cajón de las verduras. La calabaza, si está entera, puede durar más de un mes en un lugar fresco y seco; una vez cortada, guárdala en la nevera envuelta en film.
Y recuerda: si tienes verduras a punto de pasarse, aprovecha para hacer un puré o asarlas todas juntas. Congeladas o en crema, se aprovecha todo
El otoño es una época ideal para llenar la nevera de color. Con unas pocas verduras frescas se pueden preparar platos completos, nutritivos y sin complicarse la vida.
Si te apetece seguir aprovechando la temporada, echa un vistazo a nuestras recetas con calabaza, platos con setas de otoño o cremas de verduras perfectas para los días de frío.
